El Naranjo Histórico “es un árbol que plantó en 1592 San Francisco Solano en el convento de La Rioja y muchas de las personas que se acercan a él dicen que tienen una experiencia mística, curan sus enfermedades y salen llenos de energía cuando lo tocan” informó a AIM el guía Francisco Ruberto, quien destacó que allí, “San Francisco Solano interpretaba música con su violín, en plenos calores riojanos”.
En diálogo con esta Agencia, Ruberto destacó que tanto la iglesia como el convento San Francisco integran la denominada Manzana Franciscana formada por la iglesia, el museo arqueológico Inca Huasi, el convento y la escuela.
El norte de nuestro país cuenta con muchas leyendas y tradiciones que se mantienen intactas: “cada 31 de diciembre, con 50 grados de calor, los franciscanos hacen una ceremonia que consiste en caminar ocho kilómetros desde la Iglesia de San Francisco hasta la Quebrada de Los Sauces, donde se encuentra el Naranjo”.
“Caminan junto con el santo Francisco y dentro de la iglesia se encuentran con el niño alcalde”, describió y detalló que “allí también están las ruinas, porque en ese lugar es donde San Francisco dominó a los diaguitas”.
En esa zona, “pueden verse las piedras donde los diaguitas se habían sentado, y los restos de madera que pertenecían a esa vieja construcción”.
Cuenta la historia que el fraile español San Francisco Solano llegó a América en 1854 y fue apóstol misionero en Tucumán: “dicen que caminó 700 leguas para venir a Argentina desde Perú”, afirmó el guía y agregó que “recorrió el norte y construyó templos donde convertía a los indígenas”.
En La Rioja, hacia 1600 Francisco detuvo una rebelión de los diaguitas que querían recuperar sus tierras y amenazaban con destruir la ciudad: “él salió y los calmó con su crucifijo, su violín y sus plegarias”, explicó y aseguró que “les contó del Evangelio y les cantó su música”.
El árbol mágico
“Acá, en el centro, en este mundo donde uno necesita muchas energías está el Naranjo Histórico porque allí San Francisco Solano se sentaba en los calores riojanos a hacer sonar su violín y todos lo escuchaban maravillados”, relató.
“La gente toca el naranjo y dice que se carga de energía cuando entra en contacto con su madera; otros que se curan de sus enfermedades”, expresó y aseguró: “la mayoría señala que siente una experiencia mística cuando está cerca del árbol”.
Como el naranjo es considerado un tesoro de madera, se encuentra dentro de una estructura de vidrio, una especie de celda que lo protege de las inclemencias climáticas y permite conservarlo, ya que se lo considera santo.
“Las historias se repiten una y otra vez, y está en cada uno creer si es cierto o no, pero la gente sale como renovada luego de permanecer un tiempo cerca de nuestro hermoso naranjo”, concluyó.
De la Redacción de AIM.
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