Aproximadamente un tercio de los alimentos que producimos cada año, nunca llega a la mesa. Eso representa alrededor de 1.3 mil millones de toneladas de productos en la basura, con un valor de alrededor de mil millones de dólares.
Una de las principales razones es nuestra tendencia a deshacernos de las frutas y hortalizas que lucen pasadas. La empresa californiana Apeel cree que tiene una solución: un recubrimiento comestible y sin sabor, que puede hacer que duren dos o tres veces más.
La delgada capa está hecha de pulpa, cáscaras y semillas de otras frutas y verduras. Estas se convierten en polvo, que se mezcla con agua, para luego aplicarse mediante pulverización, inmersión o cepillado. Luego se deja secar.
Esta “segunda piel” actúa como una barrera, disminuyendo la pérdida de agua y la exposición al aire, que son los principales factores que conducen al deterioro de los alimentos. Un limón que podría mantenerse fresco durante un mes, podría mantenerse fresco durante el doble de tiempo, una vez tratado con Apeel. Y debido a que está hecho de frutas y otras plantas, también es comestible.
En EE. UU., Apeel ya ha tratado 8 millones de paltas, según el fundador y CEO James Rogers. En pruebas pilotos, minoristas y proveedores lograron reducir el desperdicio de alimentos en más del 50% gracias al recubrimiento, según la compañía. Ya recaudaron 110 millones de dólares de inversores, incluida la Fundación Bill y Melinda Gates, y ahora están a punto de lanzarse en Europa.
“No hemos necesitado educar a los minoristas sobre el desperdicio de comida; lo conocen desde hace más de una década”, dice Rogers. Las paltas tratadas con Apeel llegarán a algunas tiendas en Alemania, Bélgica, Dinamarca, Suecia y Noruega a mediados de año, sujeto a la aprobación de la Unión Europea. Es probable que algunas otras frutas lleguen pronto, aunque no pueden confirmar cuáles o cuándo.
El mayor desafío para Apeel será lograr que los productores, minoristas y consumidores acepten comer algo que ha sido tratado de esta manera, predice Danielle Nierenberg, presidenta de Food Tank. Los consumidores pueden ser quisquillosos cuando se trata de innovaciones relacionadas con los alimentos, como la modificación genética, por ejemplo. Pero si se puede superar este obstáculo, piensa, Apeel ayudará a los consumidores a sentirse más seguros de comprar frutas y verduras, sabiendo que es menos probable que se desperdicien. “Evita que el problema suceda en primer lugar”, dice ella.
Rogers confía en que los ingredientes familiares del revestimiento ayudarán a convencer a los consumidores . Los productos tratados con el producto lo declararán en el envase. “Estamos trabajando con el mundo natural, no en contra de él”, asegura.