El Gobierno definió la continuidad del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción o ATP4 para el pago de parte de los salarios del sector privado del mes de julio, que se concretará en agosto para acompañar el nuevo esquema de salida escalonada de aislamiento social puesto en marcha para morigerar el impacto de la pandemia.
Así se definió durante la reunión de gabinete económico que se realizó en Casa de Gobierno, siguiendo la línea que planteó el presidente Alberto Fernández el viernes, cuando en conferencia de prensa aseguró que el Estado iba a continuar acompañando el esfuerzo que realizan los distintos sectores.
En la reunión, encabezada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, también se comenzaron a analizar distintas "opciones vinculadas al crédito blando para aquellas empresas que reiniciaron su actividad pero que aún no lograron recuperar sus niveles reales de facturación", señalaron fuentes gubernamentales.
En el encuentro también pasaron revista a la marcha del proyecto de Ley de Moratoria que el Poder Ejecutivo envió al Congreso, la implementación y alcances de los créditos productivos a las pymes, la reactivación de la obra pública a través de distintos programas y la asistencia focalizada -ya definida- a sectores vinculados al turismo y las industrias culturales.
Con esta agenda de "plan de recuperación de la economía", se reunieron con Cafiero en Casa de Gobierno los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, la titular de la Afip, Mercedes Marcó del Pont; el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.
Los voceros del encuentro destacaron que el gabinete económico, reunido en el Salón de los Científicos, definió el denominado ATP4, es decir la cuarta etapa del programa que cubre el salario complementario de trabajadores del sector privado para los haberes de julio.
Este nuevo aporte del Estado a las empresas y sus trabajadores incluirá a los sectores productivos afectados por la pandemia en todo el país, tomando en cuenta su localización geográfica, consideradas en etapa de aislamiento social o de distanciamiento social, según sus realidades sanitarias.
Fue en este marco de análisis de nuevos instrumentos de apoyo a la producción y el empleo que se discutieron opciones vinculadas al crédito blando para aquellas empresas que pudieron reiniciar su actividad pero que aún no lograron recuperar sus niveles reales de facturación de prepandemia.
El 93,4 por ciento de las empresas que forman parte del programa ATP, tienen hasta 25 empleados y generan el 39,6 por ciento del total de empleo registrado, y sólo un mínimo porcentaje de las firmas, el 0,1 por ciento-, posee más de 800 trabajadores en su plantilla, lo que implica el 12,7 por ciento del total de los trabajos registrados.
La continuidad de los ATP será sólo una parte del conjunto de medidas que el Gobierno pretende tomar para acompañar la salida de la crisis sanitaria, para lo cual el presidente reveló el viernes que trabaja junto a su equipo económico en "un plan de salida" que permita atender "las particularidades de cada región".
Los funcionarios también analizaron el rumbo de los créditos productivos a las pymes que cuentan con garantía estatal como la brindada a través del Fondo de Garantías Argentino (FoGAr), que ya acumula un desembolso superior a los $220 mil millones y que permiten proteger el tejido productivo.