El primer semestre del año cerró con una inflación general del 79,8 por ciento, pero no todos los segmentos medidos por el Indec respetaron la suba promedio. Algunos tuvieron incrementos mucho más marcados, mientras que otros se destacaron por su relativa estabilidad.
De acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la suba más pronunciada se produjo en el rubro “Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles”, que registró un incremento del 146,7 por ciento en los primeros seis meses del año. Dentro de ese ítem se computan los alquileres y todas las subas de los servicios públicos, tanto por incrementos de tarifas como por quita de subsidios. En detalle, el incremento de los servicios públicos fue de 335,4 por ciento, mientras que el alquiler de la vivienda se encareció 87,3 por ciento, siempre hablando del primer semestre del año.
Ambos sub rubros (alquiler y servicios) fueron también protagonistas de la inflación de junio, dado que fueron los que más se incrementaron en el mes. De acuerdo al estudio, los alquileres saltaron un 11,6 por ciento en el sexto mes del año -pese a la derogación de la ley de alquileres-, en tanto que “electricidad, gas y otros combustibles” saltó un 21 por ciento.
Volviendo al semestre, se destacó también el fuerte aumento del segmento de “Comunicación”, que se encareció un 137,2 por ciento. Dentro de ese ítem, la suba más pronunciada la tuvieron los servicios de telefonía e internet, que subieron 143,8 por ciento.
Completa el podio de incrementos el segmento de “Educación”. Según la medición del Indec, los gastos asociados a esa actividad tuvieron un incremento semestral del 111,2 por ciento.
En orden descendente, el cuarto segmento de mayor aumento en el período enero-junio fue el de “Bienes y servicios varios”, que se incrementó un 103,8 por ciento. Dentro de ese ítem, el sub rubro más importante es “cuidado personal”, que presentó un aumento total del 101,8 por ciento.
El resto de los segmentos analizados por el Indec presentó variaciones inferiores al 100 por ciento en los primeros seis meses del año.
Los que menos aumentaron
El ítem que menor incremento tuvo en el período analizado fue el de “Prendas de vestir y calzado”, que subió un 55,2 por ciento, es decir 24,6 puntos porcentuales por debajo de la inflación general. En detalle, la indumentaria registró un aumento del 53,4 por ciento, mientras que los calzados se encarecieron 51,1 por ciento.
En segundo lugar (en orden ascendente) se encuentra el segmento de “Equipamiento y mantenimiento del hogar”, con una variación del 56,2 por ciento.
El tercer rubro de menor incremento semestral es el de “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que tuvo un ajuste del 70,5 por ciento. El comportamiento de los precios se ese segmento explica en gran medida la desaceleración de la inflación general de los últimos meses, teniendo en cuenta que se trata del rubro que mayor incidencia tiene en la medición del IPC general.
Ahora bien, también entre los alimentos se encuentran diferencias significativas. Algunos tuvieron incrementos muy leves (dentro del contexto inflacionario), como es el caso de las frutas (31,5 por ciento de variación en el semestre), las carnes (47,3 por ciento) y los productos como azúcar, dulces, chocolates y golosinas (53,3 por ciento).
Otros, en cambio, subieron muy por encima del promedio. Se destacó por sobre el resto el incremento de las “verduras, tubérculos y legumbres”, que hoy cuestan un 144,8 por ciento más de lo que costaban en enero pasado. También aumentaron más de un 100 por ciento la “leche, los productos lácteos y huevos”, con un incremento del 102 por ciento, siempre hablando del primer semestre.
Por su parte, el ítem de bebidas alcohólicas y tabaco presentó una variación del 85,8 por ciento en los primeros seis meses del año. De acuerdo a la medición del organismo nacional de estadísticas, las bebidas tuvieron una suba cercana al promedio general (74,7 por ciento), pero el tabaco subió un 98,8 por ciento.