La postergación en ajustes de servicios públicos que definió el gobierno ayudaron a conseguir la quinta merma mensual consecutiva. En junio se retomarán los aumentos y los analistas anticipan que puede haber un nuevo repunte.
La inflación de mayo cerró debajo del cinco por ciento según las estimaciones de consultoras privadas, la quinta desaceleración mensual consecutiva en medio de una fuerte caída del consumo y la postergación de aumentos en rubros sensibles. Puede haber otra buena noticia para el Gobierno de Javier Milei: será la primera vez en 10 meses que la variación de los precios minoristas acumulada en el último año es más baja que la del mes anterior.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec debería mostrar una sensible merma respecto al 8,8 por ciento que había arrojado en abril, aunque la decisión oficial de postergar aumentos en servicios públicos y combustibles podría haber acercado la baja. El acumulado en lo que va de 2024 fue de 65 por ciento y de 289,4 por ciento en 12 meses.
Para que se confirme el primer quiebre en el dato interanual, el IPC del mes pasado debería marcar menos de 7,8 por ciento según explicó el director de Eco Go, Sebastián Menescaldi. La consultora estimó que el dato será de 4,9 por ciento mensual y 278,5 por ciento interanual, aunque sujeto a modificaciones por el incremento en peajes y subas mayores a las previstas en alimentos.
El relevamiento de la Fundación Libertad y Progreso (LyP) arrojó una inflación del 4,3 por ciento para mayo, 4,5 puntos porcentuales por debajo de abril. “De esta manera, en los primeros cinco meses del año el IPC acumula una suba de 72,1 por ciento. La variación interanual alcanza el 276,9 por ciento, mostrando la primera desaceleración en 10 meses”, destacó LyP.
“La inflación núcleo se ubicó en el 4,8 por ciento, manteniendo la tendencia del mes anterior. Los regulados presentaron una suba del 4,0 por ciento, desaceleración que se explica más que nada por la postergación de los aumentos en electricidad, gas y combustibles”, añadieron.
El relevamiento de precios minoristas de C&T para la región Gran Buenos Aires tuvo una suba mensual del 4,6 por ciento, la más baja desde abril de 2022, una interanual del 283,5 por ciento por primera vez en 10 meses.
“En parte, la menor variación mensual se debió a la decisión del gobierno de acotar los ajustes de servicios públicos (con la excepción de los trenes), pero también tuvo que ver con que la inflación núcleo, que deja de lado dichos servicios y los productos estacionales, cayó a apenas el 2,5 por ciento, una tasa que no se registra desde 2020, en plena pandemia”, explicó la consultora. En transporte y comunicaciones se destacaron el aumento del tren y del subte en Caba y los ajustes en los servicios de telefonía e internet.
El ritmo de los precios al consumidor
El Indec registró en abril un fuerte aumento en el rubro de servicios públicos, que saltaron 35,6 por ciento mensual, acumularon 110,5 por ciento en lo que va del 2024 y 311,6 por ciento en los últimos 12 meses. En mayo el impacto será menor por la postergación que definió el ministro de Economía, Luis Caputo, en luz, gas, colectivos y combustibles.
Sin embargo, los analistas miran con detenimiento lo que pueda suceder en junio. El gobierno anticipó que comenzaría con la quita de subsidios en tarifas de energía aunque no hubo precisiones de en qué magnitud. El impacto será mayor en hogares de ingresos medios y bajos que, por caso, pagan menos del cinco por ciento del costo de la electricidad mientras que la diferencia la pone el Estado con subvenciones. Se sumará un incremento del agua, nuevos del subte y peajes, entre otros.
“Estimamos que en junio tendrá mayor incidencia la actualización de tarifas, con lo cual podría cortarse la desaceleración del índice de precios. Aún sin confirmación oficial de la actualización, no se puede cuantificar el impacto, aunque probablemente termine aportando algún punto adicional en sobre el IPC general”, concluyó la consultora C&T. En paralelo, Caputo recalcula el ritmo del ajuste.