Según datos de la asociación que agrupa a las concesionarias (Acara), las suscripciones a planes de ahorro cayeron en febrero 53,3 por ciento y, de esta manera, se completan seis meses consecutivos de un retroceso de más de 50 por ciento.
El motivo de este derrumbe -mayor al que registra el mercado general- se debe al fuerte incremento de las cuotas que, sólo en los últimos 12 meses, crecieron hasta 100 por ciento en algunos casos. Esto hace que quienes intentan comprar un 0 km mediante este sistema, con salarios que se ajustaron en un nivel de menos de la mitad, encuentren que hoy les es imposible pagar la cuota. Es por eso que la morosidad creció más del 30 por ciento de las operaciones, según fuentes del sector, y que uno de cada cuatro suscriptores esté tratando de vender su plan o darlo de baja.
"Saqué un plan hace ocho meses y la cuota me subió casi 80 por ciento. No puedo pagarlo a partir de la cuota cinco. Mi salario se incrementó 22 por ciento. Lo quise dar de baja pero tengo que esperar hasta que se termine el plan, dentro de 77 meses, para que me devuelvan la plata" señaló Roberto. En este caso, se trató de un Renault Sandero, con una cuota que pasó de 4.100 pesos en agosto a 7.246 pesos en marzo, pero no es el único. Hay unos 100.000 suscriptores afectados por problemas.
De acuerdo con lo publicado por el diario Ámbito Financiero, la situación difícil que pasan muchos ahorristas está generando un buen negocio para "inversores" oportunistas que están saliendo a comprar carteras de planes de gente que quiere desprenderse de los mismos con una quita que llega al 50 por ciento de lo ya pagado.
El problema de los planes de ahorro se desató en abril pasado cuando se produjo la primera fuerte devaluación. Las cuotas de un vehículo que se comprar por este sistema representa el valor de la unidad dividido 86 meses. A partir de entonces, los 0 km empezaron a aumentar al ritmo del dólar. Si bien, casi todas las automotrices realizan importantes bonificaciones por las compras de contado, la cuota de los planes se rige por el precio de lista, salvo casos como el de Nissan que traslada los descuentos al valor de la cuota. Eso hace que la cuota aumente sin el beneficio de los descuentos que se ofrecen. "Las automotrices tienen atrapados a los clientes y le cobran el valor pleno del 0km" explicaron en una concesionaria.
Esta maniobra generó una ola de reclamos contra las automotrices por el tratamiento diferencial entre los clientes y hay cientos de presentaciones judiciales y en los organismos de defensa del consumidor. Algunas terminales están negociando con los suscriptores facilidades en la forma de pago. Además del aumento de las cuotas, los clientes se encuentran al momento de poder retirar su vehículo con gastos de entrega que rondan al 10 por ciento del valor de la unidad, porque también se calculan sobre el precio de lista. Lo mismo sucede con los gastos de seguro y patentes. Este sistema está pensado para un sector de los consumidores que no pueden acceder a la financiación tradicional y, en general, son de ingresos más bajos.
En la actualidad, las ventas financiadas representan 41,8 por ciento de las operaciones mientras que el resto son al contado. Hasta hace dos años, las operaciones vía financiación llegaban al 50 por ciento. La mitad de estas se hacían por planes de ahorro y el resto a través del crédito tradicional, también golpeado por tasas que superan el 55 por ciento.