La facturación de las grandes cadenas se desplomó en el séptimo mes del año. Los electrónicos, las bebidas y la indumentaria fueron los rubros de mayor retracción.
En los últimos meses los salarios han recuperado parte del poder adquisitivo perdido desde la devaluación, pero esta situación no se ha visto reflejada en los niveles de consumo. Por el contrario, los números oficiales dan cuenta de una profundización de la caída. De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), las ventas de los supermercados se desplomaron un 12,3 por ciento interanual en términos reales durante el mes de julio.
Según detalló el organismo de estadísticas, entre todos los súpers e hípers del país lograron una facturación de $1.588.237,8 millones en el séptimo mes del año, lo que representa un incremento nominal de 229,1 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Ahora bien, cuando se tiene en cuenta el efecto de la inflación, el resultado es en realidad negativo (-12,3 por ciento). De esta manera, el acumulado de los primeros siete meses del año los súpers registraron una baja de ventas del 11,7 por ciento.
En la división por rubros, durante julio de 2024, los grupos de artículos con los aumentos más significativos, según su variación interanual, fueron: “Panadería”, con 273,2 por ciento; “Verdulería y frutería”, con 267,5 por ciento; “Lácteos”, con 260,7 por ciento; y “Artículos de limpieza y perfumería”, con 253,9 por ciento. Sin embargo, se debe tener en cuenta que entre julio de 2023 e igual mes de este año la inflación fue de 263,4 por ciento, por lo que sólo los productos de verdulería y los lácteos lograron un aumento de ventas por encima del IPC. El resto de los rubros tuvieron incrementos por debajo de esa barrera y por tanto, cayeron en términos reales.
Los rubros de peor desempeño fueron los electrónicos (las ventas crecieron 159,1 por ciento en términos nominales) y las bebidas (192,5 por ciento). También fue bajo el nivel de ventas del sector de indumentaria, cuyo crecimiento fue de sólo 194,3 por ciento, frente a la inflación del 263,4 por ciento.
Tampoco el ticket promedio estuvo cerca de la inflación general. Con un valor de $21.400, se ubicó un 245 por ciento nominal por encima del ticket medio de julio de 2023. La buena noticia, es que aumentó 1,4 por ciento la cantidad de personal ocupado en el sector supermercadista.
Sin respuesta en los mayoristas
Los mercados mayoristas tampoco están registrando una mejora en los niveles de consumo. Por el contrario, están cayendo aún con mayor fuerza que los supermercados. Según un estudio publicado esta tarde por el Indec, la facturación de los comercios de venta al por mayor se derrumbaron un 17,1 por ciento interanual en el séptimo mes del año y sufrieron una baja del 13,3 por ciento en el acumulado enero-julio.
En ese caso, los peores resultados los tuvieron los productos de verdulería y frutería (176,7 por ciento de variación interanual nominal), los lácteos (187,3 por ciento) y las bebidas (196,7 por ciento). Es importante recordar que los incrementos nominales no representan necesariamente una mejora en los niveles de ventas. Para saber si son o no un buen resultado, se los debe comparar con el avance de la inflación de ese período. Como el IPC avanzó 263,4 por ciento en los últimos doce meses, ninguno de los rubros mencionados logró crecer en términos reales.
Llamativamente crecieron por encima de la inflación las ventas de productos electrónicos (302,2 por ciento). También superaron al IPC los productos de panadería (crecieron 285,9 por ciento nominal).
Los shoppings no fueron la excepción
Las tiendas de los centros de compras de todo el país facturaron en forma conjunta $478.693,2 millones en julio de este año, lo que dejó como saldo una variación real del nueve por ciento.
Si bien la retracción no fue tan pronunciada como la registrada en supermercados y mayoristas, los resultados por rubro demuestran que ninguno de ellos logró una facturación lo suficientemente alta como para contrarrestar el efecto de la inflación.
Las tiendas de mejor desempeño fueron las de farmacia y perfumería, que tuvieron un crecimiento nominal interanual del 236,1 por ciento en el total vendido. Le siguieron los comercios de ropa y accesorios deportivos (224,2 por ciento) y las librerías (191 por ciento).
Los de peor desempeño fueron las jugueterías (166,6 por ciento), las tiendas de indumentaria (173,8 por ciento) y las casas de electrodomésticos (175,9 por ciento).