Este lunes parte con destino a Washington una misión encabezada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el vicepresidente del Banco Central, Ivan Werning, con el propósito de avanzar en la octava revisión del acuerdo que la Argentina tiene con el Fondo Monetario Internacional.
A diferencia de lo sucedido históricamente, el país sobrecumplió las metas acordadas con el organismo multilateral en el primer trimestre del año, de donde se considera que obtendrá un desembolso de unos 800 millones de dólares.
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo no será parte de las reuniones retornando este martes con el presidente Javier Milei.
Se estima que, por los procedimientos habituales, hacia fines de la semana próxima podría darse a conocer la aprobación del Fondo con la consiguiente autorización del giro de recursos.
En el Palacio de Hacienda confían en una rápida resolución en virtud del cumplimiento, en exceso, por parte del país de todos los objetivos acordados con el FMI. El organismo particularmente destacó el logro de un superávit financiero (después del pago de intereses) algo que no se lograba en décadas.
Sobre fin del mes pasado vinieron a la Argentina técnicos del Fondo que avanzaron con la próxima revisión del programa aprobado durante el gobierno de Alberto Fernández.
Refiriéndose a esta misión, el organismo señaló que el objetivo del Fondo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso de las autoridades para restablecer la estabilidad macroeconómica, apoyar a las familias trabajadoras y sentar las bases de un crecimiento más sólido y sostenible.
Avances
En recientes declaraciones, tanto el FMI como el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos elogiaron los “impresionantes” avances logrados en los primeros meses de la gestión del presidente Javier Milei, en particular la baja de la inflación más pronunciada a la prevista originalmente y la acumulación de reservas.
Pero estos mensajes también dejaron en claro que queda trabajo por hacer para terminar de perfilar el programa económico y sacar al país de una profunda crisis económica de varios años. Cuando visitó semanas atrás el país, Gita Gopinath, la número dos del Fondo, además de elogiar los esfuerzos de la conducción oficial para encarrilar la economía, pidió “continuar los esfuerzos para proteger a los más vulnerables durante un difícil proceso de estabilización”.
Por su parte, Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental, afirmó recientemente que las conversaciones entre el Gobierno y el Fondo están enfocadas en mejorar la “calidad y durabilidad” del ajuste fiscal, y en cómo adaptar la política monetaria para reforzar la caída de la inflación y la acumulación de reservas.
Si bien las autoridades argentinas también ponderan la “constructiva” relación que mantienen con el Fondo, no dejan de comentar en el Ministerio de Economía que, pese al sobrecumplimiento de las metas, “el Fondo sigue poniéndose exigente”.