El índice de precios al consumidor de este mes se pronostica en un promedio del 9 por ciento que en el rubro alimenticio está sujeto a fuertes fluctuaciones entre los puntos de venta.
Un mismo producto tiene una variedad de precios según la cadena comercial que lo venda, con dispersiones que superan el 200 por ciento entre uno y otro lugar.
Hubo esta semana casos como el del tomate, que en un supermercado cotizaba un 204,5 por ciento más alto que en otro. Y en el otro extremo, el zapallo registró una diferencia del 21,3 por ciento entre centros de consumo.
Los cálculos corresponden a Cepa, que va más allá y compara valores de los supermercados con el Mercado Central, que le da una brecha del 167 por ciento, en la que también se destaca el tomate, que se despachaba a 374,7 por ciento menos en el mercado concentrador.
Es la mayor apertura de los precios de los últimos tres años.
Entre los súper más agresivos en ofertas se cuentan en primer término Carrefour, y otros, como Día, Coto, Vea, Chango Más, Disco y Jumbo, aplican también precios competitivos.
Entre tanta diversidad, en la primera semana de abril la inflación se estaría proyectando en 9,8 por ciento mensual.
Si bien el dato es aún preliminar, la desaceleración del consumo producto de la caída de los salarios reales viene presionando a la baja algunos precios, como los de bienes perecederos envasados que no son de primera necesidad y los tienen que liquidar para que no se les estropeen en las góndolas.
El índice de precios al consumidor de este mes se pronostica en 9 por ciento y estará influido por lo que promedien las fluctuaciones entre los puntos de venta, que en el seguimiento de Precios Hoy denotarían una tendencia a la estabilización en varios de los alimentos, lo que permitirá, aunque sea, contrarrestar en parte los aumentos de tarifas -en particular agua y gas-, en un contexto de atraso y corrección de precios relativos.
En tal sentido, un cuadro que toma para atrás hasta 2018, elaborado por la consultora Eco Go, de Marina dal Proggetto, muestra claramente que los precios que estuvieron regulados (tarifas de servicios públicos, prepagas, colegios privados, alquileres, jubilaciones) quedaron por debajo del 1.500 por ciento de crecimiento, mientras los de canasta básica en general traspasaron el 3.000 hasta el 4.000 por ciento en el mismo lapso, pese a haber estado también sujetos a diferentes modalidades de control.
Las páginas web especializadas vienen predicando al respecto que, para maximizar el ahorro en el supermercado, es recomendable planificar las compras, comparar precios entre diferentes marcas y establecimientos, aprovechar las ofertas y promociones disponibles, comprar productos de temporada y de marca propia, y evitar las compras impulsivas.