Dolores de cabeza, aguas tóxicas y miles de peces muertos: volver a la normalidad no está siendo fácil para los habitantes de East Palestine, un pueblo de 5.000 habitantes de Ohio, donde el 3 de febrero descarriló un tren de 150 vagones que transportaba productos químicos altamente peligrosos para la salud y el medio ambiente.
El incidente despertó infinidad de versiones y de teorías conspirativas pero, ciertamente, dejó un grave daño ambiental y sanitario en la zona. Para algunas personas, los informes continúan generando temor de que ellos y sus animales puedan estar expuestos a productos químicos a través del aire, el agua y el suelo.
El tren de 150 vagones que transportaba sustancias químicas tóxicas se descarriló el 3 de febrero y provocó un gran incendio en las cercanías, lo que obligó a los habitantes de East Palestine a evacuar la zona por una semana.
Había comenzado su recorrido en Madison (Illinois) y se dirigía hacia Conway (Pensilvania), por lo que se encontraba muy cerca de llegar a su destino. Pero las cámaras de seguridad muestran que el tren ya experimentaba problemas en el camino.
De los 50 vagones que quedaron destrozados a raíz del accidente, diez de ellos trasladaban sustancias químicas tóxicas y materiales altamente inflamables, como el acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éter monobutílico de etilenglicol.
Pero la mayor preocupación se concentró en el cloruro de vinilo, un gas altamente tóxico que provoca problemas respiratorios, vómitos y en una exposición prolongada, daños hepáticos o cáncer de hígado.
La exposición a corto plazo a altas concentraciones puede causar somnolencia, pérdida de coordinación, desorientación, náuseas, dolor de cabeza o ardor u hormigueo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Finalmente, este 13 de febrero la cadena ABC denunció que en el tren había más sustancias químicas tóxicas de lo que se informó originalmente "que se liberaron al aire y al suelo después del accidente". Entre ellas, había éter monobutílico de etilenglicol, acrilato de etilhexilo e isobutileno.
El contacto con el acrilato de etilhexilo, un carcinógeno, puede causar ardor e irritación en la piel y los ojos, y la inhalación puede irritar la nariz y la garganta, causando dificultad para respirar y tos, según los CDC. En tanto, la inhalación de isobutileno también puede causar mareos y somnolencia.
Por otro lado, la exposición al éter monobutílico de etilenglicol puede causar irritación en los ojos, la piel, la nariz y la garganta, así como hematuria o sangre en la orina, depresión del sistema nervioso, dolor de cabeza y vómitos.
Algunos opositores políticos al gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, criticaron lo ocurrido en Ohio y lo calificaron como el "Chernóbil químico", en relación con el accidente nuclear de Chernóbyl (Ucrania) de 1986.
Grupos que esparcen teorías de conspiración en las redes sociales subían fotos falsas, usaron políticamente la detención del periodista y acusaban que el derribo de objetos voladores no identificados en el espacio aéreo de Estados Unidos, Canadá y otros países de América habría sido usado para tapar el descarrilamiento del tren.
La quema de las sustancias tras el accidente provocó una tremenda nube de humo negra que obligó a casi 2.000 habitantes del pueblo y otras zonas aledañas a evacuar la zona. Un periodista de NewsNation fue detenido por negarse a dejar la zona.
Los restos ardieron durante días mientras las autoridades se preocupaban por la posibilidad de una explosión letal generalizada. Pero los equipos lograron detonaciones controladas para liberar el químico, que puede matar rápidamente a niveles altos y aumentar el riesgo de cáncer.
Para evitar que estos elementos tóxicos se continuaran propagando, los especialistas en situaciones de riesgo desviaron las sustancias peligrosas a una zanja y realizaron una quema manual controlada.
Miles de personas fueron evacuadas y las autoridades advirtieron que la quema controlada crearía una columna de fosgeno y cloruro de hidrógeno en toda la región. El fosgeno es un gas altamente tóxico que puede causar vómitos y problemas respiratorios, y se usó como arma en la Primera Guerra Mundial.
Andrew Whelton, profesor de ingeniería ambiental y ecológica en la Universidad de Purdue, dijo que es posible que la quema haya creado compuestos adicionales que la EPA podría no estar analizando. "Cuando quemaron los materiales, crearon otras sustancias químicas. La pregunta es ¿qué crearon?", cuestionó.
Funcionarios de Ohio dijeron el miércoles que los residentes podrían regresar a casa después de que las muestras de calidad del aire "mostraron lecturas en puntos por debajo de los niveles de detección de seguridad para contaminantes preocupantes".
Aunque la Agencia de Protección Ambiental (EPA) dijo que "el monitoreo del aire desde que se extinguió el incendio no ha detectado ningún nivel de preocupación en la comunidad que pueda atribuirse al incidente en este momento", los residentes aún no pueden beber el agua por precaución.
El Departamento de Recursos Naturales de Ohio dijo que el derrame químico resultante del descarrilamiento había matado a unos 3.500 peces pequeños de 12 especies diferentes en unos pocos kilómetros de arroyos, mientras un residente a más de 16 kms dijo que sus cinco gallinas y un gallo murieron repentinamente el martes.
Algunos residentes de la zona se quejan de dolores de cabeza, náuseas, vómitos o irritación de la piel tras el descarrilamiento, y no se muestran convencidos de vivir allí sea seguro.
"No me digas que es seguro. Algo está pasando si los peces están flotando en el arroyo", dijo Cathey Reese, que vive en la vecina población de Negley, a la cadena NBC Wpxi. Aseguró que vio peces muertos en un arroyo que fluye a través de su patio trasero.
Jenna Giannios, de las cercanías de Boardman, dijo que sufrió una tos persistente durante la última semana y media. "Solo evacuaron a solo una milla (1.5 kms) de ese espacio, y eso es una locura para mí", dijo. "Me preocupa el impacto en la salud a largo plazo. Es simplemente un desastre".
La compañía deberá responder
El tren era operado por la compañía Norfolk Southern, una de las principales empresas ferroviarias de Estados Unidos. Hasta ahora, la causa principal del accidente se le atribuye a un problema mecánico en el eje de los vagones, aunque se desconoce aún si la tragedia pudo evitarse.
Norfolk Southern enfrenta ahora una demanda federal organizada por diferentes residentes que exigen costear los daños ocasionados para todas las personas que se encuentren en un radio de unos 50 kilómetros.
La demanda argumenta que la compañía "no ejerció un cuidado razonable para proteger" a los residentes locales, quienes estaban "expuestos a sustancias tóxicas, vapores tóxicos y carcinógenos".
"El incidente de Palestina es la punta del iceberg y una bandera roja", dijo Kaminkow, secretario de Railroad Workers United, un grupo laboral sin fines de lucro que coordina con los sindicatos ferroviarios de la nación. "Si no se hace algo, empeorará y el próximo descarrilamiento podría ser un cataclismo".