Durante la presentación del libro “Evo: Operación Rescate”, de Alfredo Serrano Mancilla, el Presidente habló sobre la OEA y defendió al expresidente boliviano que tuvo que exiliarse luego del golpe de Estado perpetrado por las fuerzas armadas bolivianas y la oposición.

El presidente Alberto Fernández participó ayer por la tarde de la presentación de "Evo: Operación Rescate", un libro de Alfredo Serrano Mancilla que relata las dificultades del exmandatario de Bolivia, Evo Morales, durante el año transcurrido desde el golpe de Estado en noviembre de 2019.

El exmandatario boliviano afirmó que sufrió un golpe de Estado por parte de Estados Unidos por "el litio" que su gobierno había nacionalizado y estaba comenzando a industrializar y a exportar. El evento transcurrió en la tarde del jueves en la embajada de México, primer país que recibió a Morales luego de la violencia política por la que tuvo que huir de su país.

Fernández, partícipe de la operación que permitió la salida del expresidente de Bolivia y quien redactó el prólogo del libro, hizo acto de presencia junto con la embajadora de México en la Argentina, Lilia Rossbach , y el autor de la obra y titular del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), Alfredo Serrano Mancilla.

Allí, Fernández dio un pequeño discurso en el que dijo haber visto en el proceso electoral boliviano a "la parte más canalla de la OEA". Además, consideró “evidente" su participación en el resultado de las elecciones de ese año y agregó: "Es patético que todavía el secretario general de la OEA siga siendo quien fue y quien hizo eso”.

Para esa fecha, Fernández ya era el presidente electo de la Argentina. Sin embargo, Mauricio Macri seguía gobernando hasta el 10 de diciembre. En este sentido, recordó: "Le dije al Presidente de entonces que había que darle asilo (a Morales, tras el golpe de Estado en Bolivia) y me respondió 'no me metas en este lío, voy a tener a toda la izquierda argentina todo el día frente a la casa de Evo'".

Reconoció que las gestiones para darle asilo a Morales se agilizaron gracias a otros presidentes latinoamericanos, como Andrés Manuel López Obrador (México) y Mario Abdo (Paraguay) y que eso permitió "preservar la vida de Evo de la peor maldad", dijo el Presidente.

Cuando le tocó el turno de hablar a Morales, fue contundente con Estados Unidos, al que acusó de fomentar el golpe por motivos económicos: "Estados Unidos no acepta que los movimientos indígenas puedan encabezar una transformación, el imperio no acepta que podamos establecer un nuevo modelo económico, pero hemos demostrado que se puede, que otro mundo es posible y que otra Bolivia es posible".

Además, sostuvo que su derrocamiento en 2019 "ha sido un golpe al litio, después de que nacionalizamos y empezamos la industrialización del litio”, dijo y agregó: "Construimos plantas para litio, para subproductos e insumos, exportamos a Brasil. En los diarios se publicaron títulos como 'El golpe huele a litio' o 'Estados Unidos hizo el golpe por el litio'. Se hizo el golpe por el litio, para derrocar a Evo Morales".

Concluyó su intervención diciendo que pese a las acusaciones de corrupción en su contra, las investigaciones demostraron que "no hubo" ningún tipo de delito.