El pescador Luis Morán caminó hacia su pequeña lancha, que flotaba en el agua a unos metros de la orilla de la playa, en la costa salvadoreña, y mientras avanzaba, dijo: ¿cómo no se van a dañar los arrecifes de coral con este mar tan caliente?
Morán vive al borde de la playa de Punta Remedios, en los linderos del Área Natural Protegida Complejo Los Cóbanos, de 22 hectáreas, una reserva marina ubicada en el occidental departamento de Sonsonate, en El Salvador.
Es un sitio reconocido por ser el hábitat del único arrecife rocoso con crecimiento coralino en este país del istmo centroamericano con costas solo hacia el océano Pacífico.
Los Cóbanos es también un caserío perteneciente al cantón de Punta Remedios, dentro del municipio de Acajutla, con su capital del mismo nombre, y a unos 90 kilómetros al oeste de San Salvador. Esta aldea se ubica dentro de un área costera donde viven comunidades pobres dedicadas fundamentalmente a la pesca.
De tanto hablar sobre arrecifes de coral con biólogos marinos que trabajan en la zona y con los que colabora, Morán ha aprendido que la temperatura cálida del agua los afecta negativamente.
“Esta agua está tan caliente que ya parece sopa”, comentó a IPS este pescador de 56 años, consciente de que al impactar esos organismos se está afectando también los medios de vida de los pescadores.
En los arrecifes se protegen y se reproducen muchas de las especies de peces que tienen valor comercial para la comunidad, como el pargo rojo.
Otros pescadores de Los Cóbanos con los que conversó IPS confirmaron que la pesca es cada vez más escasa en la zona.
Melvin Orellana, de 41 años, dijo que hace unos días se adentró al mar con la esperanza de que le fuera bien, pero solo atrapó menos de 2,5 kilógramos de pescado.
“No saqué ni para la gasolina”, narró este padre de dos hijos.
Orellana utiliza nueve bidones de gasolina, y cada uno contiene 18 galones (unos 68 litros), para mover su motor de 75 caballos de fuerza. El galón (casi cuatro litros) cuesta el equivalente a unos cuatro dólares.
Tanto él como los otros pescadores realizan incursiones mar adentro, hasta 70 millas náuticas (130 kilómetros), para buscar el tiburón, el dorado y el pargo.
Los arrecifes coralinos en riesgo de perecer
El calentamiento de la temperatura del mar, producido por el cambio climático y expresado, por ejemplo, en el Fenómeno de El Niño, es uno de los factores, entre otros, que está dañando los arrecifes coralinos en todo el mundo, y Los Cóbanos no es la excepción, dijeron biólogos entrevistados por IPS.
Ese calentamiento produce el llamado “blanqueamiento” de los corales, organismos animales coloniales que viven en asocio con microalgas, que proveen de alimento por medio de la fotosíntesis pero que los corales terminan expulsándolas al sentirse estresados por el incremento de la temperatura del agua. Al perderlas, se blanquean.
Eso es una señal de que están siendo impactados, no están muertos, pero podrían morir si se mantienen en esa temperatura cálida por mucho tiempo, explicó a IPS la bióloga marina Johanna Segovia.
“Si se mantienen tres meses con esa temperatura, empieza a morir… pero si se restablece la temperatura, puede volver a recuperarse”, agregó Segovia, investigadora de la salvadoreña Universidad Francisco Gavidia.
El impacto ya es evidente, y los biólogos ya lo han confirmado.
“Hemos pasado de tener tres por ciento de cobertura (coralina), a solo uno por ciento”, en la reserva natural de Los Cóbanos, recalcó Segovia después de bucear entre los arrecifes de la costa, lo que realiza habitualmente como parte de su investigación sobre el ecosistema.
Actualmente, la cobertura viva de coral que se observa en la zona pertenece a la especie Porites lobata.
Fuente: Agencia IPS