La propuesta también contempla sanciones más severas para otros crímenes ambientales como la minería ilegal, el tráfico de fauna y flora, entre otros.
El Gobierno brasileño decidió dar un paso más en la lucha contra los delitos ambientales al proponer un proyecto de ley que endurece las sanciones para aquellos que atenten contra los ecosistemas del país. La iniciativa, presentada ante el Congreso esta semana, responde a una oleada de incendios que afectaron importantes regiones del país.
Las zonas comprometidas incluyen la Amazonía, el Pantanal y el Cerrado. Estos incendios, en su mayoría provocados por la actividad humana, intensificaron el debate sobre la necesidad de legislar con mayor severidad en materia ambiental, un tema que lleva más de seis años estancado en el Poder Legislativo.
Nuevas penas por delitos contra el medioambiente en Brasil: los detalles
La nueva propuesta legal incrementa la pena de prisión para quienes inicien incendios en selvas o pastizales, duplicando su duración de tres a seis años. Asimismo, se endurecerán las multas aplicadas por estos delitos, con sanciones adicionales si los incendios ocurren en áreas protegidas, representan un peligro para la vida humana o causan daños a la salud pública debido a la propagación de humo y gases tóxicos.
La iniciativa también aborda otras actividades ilegales que afectan gravemente al medioambiente, como la minería clandestina y el tráfico de especies animales, cuyas sanciones también serán mayores. En este contexto, el Gobierno subrayó que la magnitud de los incendios y la explotación desmedida de recursos naturales colocó a Brasil en una situación crítica, con consecuencias tanto locales como globales.
Brasil enfrenta una sequía histórica, parcialmente atribuida al cambio climático, lo que proporciona un aumento en los incendios forestales. A esta crisis climática se suma la práctica de algunos hacendados de prender fuego a sus tierras para prepararlas para el cultivo, empeorando la situación.
Según un estudio reciente de Mapbiomas, las llamas consumieron 22,3 millones de hectáreas de bosques amazónicos entre enero y septiembre de este 2024, de las cuales más de la mitad corresponden a territorio brasileño. Además de la Amazonía, otras regiones como el Pantanal, uno de los humedales más grandes del mundo, y el Cerrado fueron gravemente afectadas.
A su vez, el humo de estos incendios cubrió casi la mitad del país y se extendió incluso a países vecinos, lo que encendió las alarmas tanto a nivel nacional como internacional. Los ambientalistas, por su lado, manifestaron su total apoyo a esta nueva legislación para frenar la degradación ambiental y proteger los ecosistemas vitales.
Esta nueva propuesta, sin embargo, aún debe pasar por el largo y complejo proceso legislativo. Si bien el proyecto no tuvo críticas significativas sobre su aplicación, la magnitud de la crisis actual podría ser motivo suficiente para acelerar la aprobación de la ley.
Fuente: Canal 26