El “Cachila”, acusado de haber sido el coautor del homicidio de Lola Chomnalez, será internado en el Hospital Saint Bois.
Una médica psiquiatra del Hospital de Rocha le realizó una pericia y recomendó internar al acusado en el Hospital Vilardebó. La abogada señaló que desconoce el contenido de la pericia psiquiátrica realizada por la profesional rochense.
El cuidacoches fue analizado por médicos del Hospital Vilardebó y estos no recomendaron su internación.
“Le dijeron que no debía ser internado porque tenía tuberculosis”, explicó.
Según la abogada defensora, el “Cachila” ya está curado de la tuberculosis y sigue un tratamiento preventivo.
Según la profesional, el imputado tampoco fue alojado en Cárcel Central y fue trasladado de nuevo a Rocha.
Ayer fue nuevamente evaluado por la médica psiquiatra de Rocha.
Biquez pedirá a la Justicia una pericia porque una psiquiatra externa dice que su defendido tiene que ser derivado al Hospital Vilardebó.
Según la defensora, en caso de que el “Cachila” sea declarado inimputable, “no podría ser tomada en cuenta” la pericia de la semióloga que fue presentada como prueba para acusarlo de participar del asesinato de la jovencita argentina, pese a que en la última audiencia el acusado dijo que no recordaba nada vinculado al caso.
Esa pericia fue clave para que el fiscal del caso, Jorge Vaz, pidiera el procesamiento del cuidacoches por un delito de homicidio muy especialmente agravado. La jueza subrogante, Rossana Ortega, decidió remitirlo como coautor de un homicidio agravado por la alevosía.
En 2015, el “Cachila” declaró que prácticamente se “pechó” con Lola y trató de venderle estampitas. Luego señaló que observó que la joven se sintió mal y la trasladó a la sombra de unos árboles, ubicados a unos 150 metros de la costa.
Declaró que Lola se desmayó y que él se asustó y huyó del lugar. “Era obvio que me iban a culpar a mí”, dijo.
Señaló que regresó al rato y le tomó el pulso a Lola y constató que había fallecido.
Entonces, el “Cachila” cambió varias veces su relato. Una pericia psiquiátrica detectó que es mitómano, pero que era imputable de delitos. Es decir, tenía conciencia de lo que está bien o mal.
El entonces fiscal de la causa, Rodrigo Morosoli, constató que la llamada anónima, que acusó al “Cachila” de participar en el crimen, fue realizada por una mujer que tenía una relación sentimental con la expareja del acusado. En ese momento, el cuidacoches quedó libre por falta de pruebas.
Biquez niega tener la estrategia de armar “chicanas” jurídicas para enlentecer el proceso. “Nosotros no pedimos su internación en el Hospital Vilardebó. Fue una decisión de una médica del Hospital de Rocha”, aclaró la profesional.
En su escrito, la abogada pidió a la Justicia que se hiciera un informe médico detallado de las enfermedades del acusado; se le asegure el suministro de todas las medicaciones y que se le otorguen garantías de seguridad dentro de la cárcel.
Juan Raúl Williman y Jorge Barrera, abogados de la familia Chomnalez, coincidieron en que el “Cachila” conocía los alcances de sus actos y agregaron que sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal.
Otras fuentes del caso indicaron a El País que centrar el caso sobre la salud mental del “Cachila” puede ser una estrategia de la defensa para que se decrete la inimputabilidad del acusado. Y agregaron que ello no echa abajo los hechos que relató: la descripción de la vestimenta de Lola y del lugar donde se encontraron, el que está muy cerca de donde apareció el cuerpo de la joven.
En caso de que la Justicia establezca que el “Cachila” es inimputable, lo único que cambia es la diferencia del lugar donde será alojado: pasará de la cárcel de Rocha al Vilardebó.