La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, celebró este viernes los "grandes progresos conseguidos" por Ruanda en la protección de los gorilas de montaña, que muestran que es posible salvar a los grandes simios pese a su situación "alarmante" en otras regiones.
Durante una visita a Ruanda que comenzó el miércoles pasado y terminó hoy, Azoulay resaltó que en esa nación africana se comprueba que "es posible salvar a estos primos cercanos de los seres humanos poniendo a las comunidades locales en el centro de la estrategia de conservación".
"La situación mundial de los grandes simios es crítica. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos lo antes posible si queremos evitar que algunas especies desaparezcan para siempre", señaló Audrey Azoulay, de acuerdo con un comunicado transmitido por su organización, que tiene sede en París.
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura no dejó de hacer hincapié en la responsabilidad de los países desarrollados, que tienen que reforzar los "mecanismos de solidaridad" con las naciones que albergan a los grandes simios.
Asimismo, resaltó que las estrategias de protección de la biodiversidad deben ir "a la par" con las respuestas a las necesidades de las comunidades locales, cuyo saber y experiencia ancestral en el cuidado de la naturaleza debe también "reconocerse mejor".
El viaje de Azoulay a Ruanda se produjo coincidiendo con el 40 aniversario de la designación del Parque de los Volcanes como reserva de la biosfera de la Unesco y, durante su estancia, la política francesa se entrevistó con autoridades, científicos y guardas forestales, entre otros.
La Unesco considera a Ruanda un "ejemplo" de éxito en cuanto a conservación, con un modelo que se apoya en las reservas de la biosfera de la Unesco y que crea un "círculo virtuoso" en el que los ingresos turísticos se reinvierten a la vez en los parques nacionales y en la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de la zona.
El gorila de montaña vio su población mermada en el siglo XX a causa de la deforestación y otros problemas, pero en los últimos cuarenta años su situación ha mejorado. De los 250 que quedaban en estado salvaje en 1980, su número ha pasado a un millar actualmente.
Tres zonas protegidas por la Unesco albergan al 80 por ciento de ellos: la reserva de la biosfera de los Volcanes (Ruanda), la Selva impenetrable de Bwindi (Uganda) y el parque congoleño Virunga (República Democrática del Congo).
Fuente: Agencia SWI