Una ley del estado ultraconservador de Texas impuso fuertes restricciones para interrumpir un embarazo; el máximo tribunal judicial estadounidense escuchará los argumentos de la demanda que intenta frenar esa ley.
Luego de casi cuatro décadas después de que se garantizara el derecho al aborto, los nueve jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos escucharon los argumentos orales en dos demandas que buscan tumbar la ley de Texas, mediante la que se puso en jaque la garantía legal que han tenido las mujeres para disponer de sus cuerpos e interrumpir sus embarazos.
Una de las demandas fue presentada por el mismísimo gobierno de Joe Biden, que afirmó que ningún derecho constitucional estará a salvo si la legislación texana perdura.
Desde la promulgación de la ley texana, cualquier ciudadano de ese estado puede denunciar a un médico o a cualquier persona que haya realizado o colaborado en un aborto si se realizó después de que se detectó un “latido fetal”.
En la práctica, ese límite implica prohibir la interrupción de un embarazo luego de seis semanas de gestación. Es decir, nueve de cada diez abortos legales en el estado, según advirtieron activistas que buscan ponerle un freno a la ley. Además, Texas no permite excepciones por violación, incesto, abuso sexual o embarazos inviables.
Si bien hay otros estados que también han aprobado leyes similares, Texas es el primero que logra implementarla y habilita a sus ciudadanos a hacerlo a través de demandas. Incluso, una persona puede llegar a cobrar 10.000 dólares por denunciar un aborto, una “recompensa” que además debe ser abonada por la persona demandada.
Ante la puesta en funcionamiento del nuevo esquema legal en el estado del sur, Biden prometió “proteger y defender” el derecho de las mujeres a abortar. Fue así como, en septiembre de este año, el Departamento de Justicia del gobierno demócrata presentó una demanda en la Justicia para que la Corte declare la ley inválida e inconstitucional.
Este lunes, la Corte escuchó los argumentos de esa presentación, en conjunto con una apelación más, sobre la misma ley.
Elizabeth Prelogar, la procuradora General del gobierno de Biden, dijo que “ningún derecho constitucional” estará a salvo si la Corte permite que la ley de Texas perdure.
La interrupción del embarazo quedó garantizada en todos los estados tras un histórico fallo de la Corte, en 1973, en una demanda conocida como “Roe vs. Wade”. A partir de ese momento el tribunal ha tomado otros casos que intentaron revertir ese fallo, sin éxito. Sin embargo, luego del paso de Donal Trump por la presidencia, la Corte tiene seis magistrados conservadores y quebró el balance ideológico del máximo tribunal.
No obstante, las preguntas y los comentarios de los magistrados durante la audiencia parecieron indicar que al menos tres jueces conservadores –John Roberts, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett– estarían dispuestos a fallar en contra de la ley de Texas, y llena de esperanza a los y las activistas por el aborto legal.