El Consejo de Ministros aprobará más medidas para intentar frenar la inflación. El presidente de gobierno Pedro Sanchez presenta el informe de rendicion de cuentas del primer semestre de 2022
“No hay más que pasearse por un centro comercial para saber que la temperatura está demasiado baja”, ha advertido este viernes un Pedro Sánchez sin corbata, para dar ejemplo de por dónde van a soplar los vientos, durante su comparecencia de fin del curso político en la Moncloa. El presidente del Gobierno ha señalado así a los centros comerciales, aunque el punto de mira será mucho más amplio, tras anunciar que el Consejo de Ministros aprobará el próximo lunes un paquete de medidas urgentes para la eficiencia y el ahorro energético, en línea con el resto de los países europeos y con el compromiso adquirido con Bruselas de reducir en un 7% el consumo de gas en España.
“Ahorrar energía es prioritario y es una tarea de todos”, ha asegurado Sánchez, con el apremiante objetivo de reducir la factura energética, y por tanto la dependencia con la Rusia de Vladímir Putin, además de intentar doblegar la imparable curva de la inflación, que este viernes ha alcanzado la alarmante cota del 10,8%. El jefe del Ejecutivo no ha querido concretar más, en espera de que el Consejo de Ministros del lunes apruebe el conjunto de nuevas medidas, si bien fuentes gubernamentales han confirmado la intención de extender a la esfera privada las iniciativas ya desplegadas en la administración general del Estado para ahorrar energía.
En concreto, la pretensión es que en el transporte público, pero también en los comercios, centros de trabajo y oficinas, y negocios como la hostelería, se establezcan unos topes obligatorios para regular la temperatura de los aires acondicionados y las calefacciones, de manera que no podrá bajar de los 27 grados durante el verano ni superar los 19 grados durante el invierno. Las medidas no serán obligatorias para los hogares, aunque sí recomendables.
Sánchez ha declarado que no se trata en todo caso de medidas improvisadas, sino que se están elaborando en las últimas semanas por parte de los ministerios competentes, liderados por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, “que han sido debatidas con el sector privado, informadas muchas de ellas al conjunto de administraciones públicas y también a los grupos parlamentarios”. No en vano, el decreto que aprobará el próximo lunes el Consejo de Ministros habrá de ser convalidado en el Congreso en el plazo de un mes.
Tras recorrer en las últimas semanas varios de los escenarios de los fuegos desatados por todo el país, el presidente del Gobierno también ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará el lunes otro decreto ley de medidas urgentes en materia de incendios forestales, “para fortalecer la coordinación y las capacidades de todas las administraciones en las tareas de prevención y extinción de incendios, así como la restauración de las zonas afectadas”.
En su balance de fin de curso, el jefe del Ejecutivo ha reivindicado su gestión frente a todas las adversidades. Ha asumido el “mal dato” de la inflación, pero lo contrapuso al “excelente dato” de la encuesta de población activa, con casi 20,5 millones de empleados, o al “extraordinario dato” del PIB, que se incrementó en un 1,1%. Ha defendido además los nuevos impuestos a los beneficios extraordinarios de las principales entidades bancarias y las grandes corporaciones energéticas. “Si Botín y Galán protestan, vamos en buena dirección”, ha advertido, en alusión directa a los presidentes del Banco Santander e Iberdrola. “Gobernamos para la clase media y trabajadora, aunque resultemos incómodos para algunos poderes”, ha alegado.
Sánchez ha reprochado reiteradas veces durante su intervención la falta de apoyo y el “catastrofismo” que ha atribuido a Alberto Núñez Feijóo. Y, ante la ola demoscópica que impulsa al líder del PP, ha reafirmado su objetivo de “darle la vuelta a las encuestas”. Tiene apenas año y medio para lograrlo.