“Han tenido 26 COPS y décadas de bla, bla, bla y, ¿a dónde nos ha llevado esto?”, denuncia la activista sueca Greta Thunberg. Mientras, hoy se ha conocido que, con los compromisos anunciados durante la Conferencia, las emisiones globales de CO2 van camino de crecer un 13,7 por ciento para 2030 en lugar de caer el 45 por ciento necesario para limitar el calentamiento a 1,5 grados a final de siglo.
"¿Qué queremos? Justicia climática. ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora!". Este es el grito de los jóvenes que resonó el viernes en el centro de Glasgow cuando miles de manifestantes tomaron las calles durante el "Día de la Juventud" dedicado a la Conferencia del Clima, la COP26.
Aunque la marcha fue convocada inicialmente por el movimiento Viernes por el Futuro, de la activista climática sueca Greta Thunberg, personas de todas las edades se reunieron en George Square para exigir acciones climáticas.
Desde niños pequeños que movían sus carteles de piquete de un lado a otro, hasta adultos mayores que mostraban su apoyo a un futuro mejor para los que vienen detrás, la ciudad anfitriona de la COP26 fue testigo de una concentración sin precedentes que tal vez sólo se vea ensombrecida por otra marcha que se espera el sábado.
La ciudadana galesa Jane Mansfield portaba un cartel en el que se leía: "Código rojo para la humanidad", frase que utilizó el Secretario General de la ONU, António Guterres, para dar la voz de alarma a la humanidad cuando se publicó el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático a principios de este año.
"Me preocupa mucho el mundo que estamos legando a las generaciones futuras, y lo que estamos haciendo al Sur Global. Vivo en el suroeste de Gales y está claro que el cambio climático está ocurriendo, pero ni siquiera nos damos cuenta de lo que está ocurriendo en muchas otras partes del mundo y estoy asustada", dijo a Noticias ONU.
Los líderes indígenas latinoamericanos también participaron activamente en la protesta. Fueron ellos los que encabezaron la marcha y varios de ellos enviaron un fuerte mensaje a los líderes mundiales: dejen de extraer recursos y dejen el carbono en el suelo.
"Los indígenas están muriendo en el río; están siendo arrastrados por las inundaciones masivas. Las casas están siendo arrasadas, las escuelas llenas de niños dentro, los puentes, nuestra comida, nuestros cultivos, todo está siendo arrasado", dijeron en un escenario en George Square.
Por su parte, algunos activistas llevaban máscaras de algunos de los líderes mundiales, como Joe Biden, Vladimir Putin y Jair Bolsonaro, y los representaban como detenidos con carteles en los que se podía leer "criminales climáticos".
“Aunque somos una parte pequeña de la población, el 80 por ciento de la biodiversidad ha sido conservada por los pueblos originarios. Nuestras voces, nuestras propuestas, deben ser escuchadas en todos los convenios internacionales sobre el cambio climático”, dijo por su parte Abigail Hualinga del pueblo quechua de Ecuador.
Pedir más participación
La activista sueca Greta Thunberg fue la última en aparecer en el escenario de la protesta, donde criticó a los líderes mundiales por su continuo "bla, bla, bla" tras 26 años de conferencias climáticas y puso en duda la transparencia de los compromisos que han adquirido durante esta COP.
"Los líderes no se quedan de brazos cruzados, sino que crean activamente lagunas y moldean marcos para beneficiarse a sí mismos y seguir sacando provecho de este sistema destructivo. Se trata de una elección activa por parte de los líderes para que continúe la explotación de la naturaleza y de las personas y la destrucción de las condiciones de vida actuales y futuras", dijo, calificando la reunión de "evento de lavado verde".
Otros miembros de Viernes por el Futuro pidieron en declaraciones a Noticias ONU una mayor participación y una mejor representación de los jóvenes en las negociaciones que se están llevando a cabo en la Conferencia sobre el Clima.
"Todos los años la COP nos ha decepcionado, y no creo que este año sea diferente. Hay una pizca de esperanza, pero al mismo tiempo no vemos suficiente acción, no podemos lograr nada sólo con promesas vacías", dijo un joven activista de Filipinas.
"Las negociaciones se están llevando a cabo y sin embargo estamos aquí en la calle, porque no se nos ha incluido. Los más ricos vienen en sus jets privados y toman las decisiones. Nosotros estamos aquí y no nos van a ignorar. Nos haremos un hueco", añadió otro defensor del clima.
La declaración de los jóvenes
El mismo llamamiento se hizo dentro de la Zona Azul de la conferencia, donde los activistas climáticos de Youngo, el grupo de niños y jóvenes de la ONU sobre el cambio climático, entregaron a la presidencia de la COP y a otros líderes una declaración firmada por 40.000 jóvenes que exigen un cambio a los responsables de la toma de decisiones.
También pidieron a Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que les apoye para conseguir que se incluya en la declaración final de la COP26 un párrafo que mencione la importancia de los jóvenes.
"Haremos llegar a las delegaciones estas cuestiones y reivindicaciones, todas ellas absolutamente razonables y justificables", prometió Espinosa durante una mesa redonda con jóvenes líderes.
La declaración, que se entrega directamente a los ministros, también pide que se actúe sobre la financiación del clima, la movilidad y el transporte, hasta la conservación de la protección de la fauna.
"En todos los lugares del mundo en los que he estado, me ha impresionado la pasión y el compromiso de los jóvenes con la acción climática. Las voces de los jóvenes deben ser escuchadas y reflejadas en estas negociaciones aquí en la COP. Las acciones y el escrutinio de los jóvenes son clave para que mantengamos vivo el 1,5 y creemos un futuro de cero emisiones", dijo Alok Sharma, presidente de la COP26.
Por su parte, el Reino Unido e Italia, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura, y las ONG Youth4Climate y Mock COP, coordinaron una nueva acción mundial para dotar a las futuras generaciones de los conocimientos y habilidades necesarios para crear un mundo sin emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras los Ministros de Educación y los jóvenes se reunían, más de 23 países presentaron compromisos nacionales en materia de educación climática, que van desde la descarbonización del sector escolar hasta el desarrollo de recursos escolares.
Pese a los compromisos, las emisiones seguirán creciendo
Mientras tanto, hoy se supo que, según la última actualización de la ONU, con los compromisos que se han anunciado durante la COP26, las emisiones globales de CO2 van camino de crecer un 13,7 por ciento para 2030 respecto a 2010 en lugar de caer el 45 por ciento necesario para limitar el calentamiento a 1,5 grados a final de siglo.
Esa proyección es ligeramente inferior a la del 16 por ciento para el final de esta década que era anterior a los nuevos compromisos anunciados por 14 países: Arabia Saudí, Argentina, Australia, Baréin, Brasil, Chad, China, Ghana, Irak, Japón, Nauru, Pakistán, San Cristóbal y Nieves y Uzbekistán.
Sin embargo, sigue siendo insuficiente. Se calcula que, para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 grados, como fija el Acuerdo de París, se requiere una reducción de las emisiones de CO2 del 45 por ciento en 2030 o una reducción del 25 por ciento para limitar el calentamiento a dos grados.
Fuente: Noticias ONU