Un fuerte sismo sacudió el martes por la noche el centro y suroeste de México, sin que hasta el momento se tuviera reporte de víctimas fatales, pero sí cortes del servicio eléctrico y algunos derrumbes en carreteras, dijeron autoridades.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) informó que un terremoto de magnitud 7.1 se produjo a 17.7 kilómetros al noreste de la turística ciudad Acapulco, en el suroccidental estado Guerrero.
Autoridades de protección civil de Guerrero explicaron que el sismo, inicialmente medido por el USGS con una magnitud de 7.4, provocó desprendimientos de rocas y deslizamientos de tierra en algunas carreteras, así como algunas fugas de gas.
También causó daños a edificios en Acapulco, dijo un testigo de Reuters.
En tanto, la alcaldesa de la populosa Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, indicó en su cuenta de Twitter que no hubo informes inmediatos de daños graves en la capital y que se habían hecho varios sobrevuelos. Solo había fallas del servicio eléctrico en algunas áreas.
Cientos de personas salieron a las calles capitalinas a pesar de la copiosa lluvia. Algunas estaban con crisis nerviosas al recordar los sismos de septiembre del 2017, que cobraron la vida de decenas de personas y causaron graves daños en Ciudad de México y varios estados del suroeste.
"Esto es horrible, cada vez que suena la alerta sísmica y viene un terremoto uno piensa que se puede morir", dijo María Peña en la colonia Polanco, quien vestía pijama y tenía en brazos a un nieto. Ella también vivió un devastador sismo acaecido en 1985.
El Usgs dijo que el sismo fue muy poco profundo, a solo 12.5 kilómetros por debajo de la superficie, lo que habría amplificado el efecto de temblor.