El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, aseveró que la historia de la esclavitud es una de sufrimiento y barbarie que muestra lo peor de la humanidad, y lamentó que pese al tiempo transcurrido desde la abolición de esa atrocidad, el legado de la esclavitud nos persiga hasta la actualidad.
“Se puede trazar una línea recta que une los siglos de explotación colonial y las desigualdades económicas y sociales de hoy. Y podemos reconocer los clichés racistas popularizados para racionalizar la inhumanidad de la trata de esclavos en el odio supremacista blanco que resurge hoy”, advirtió.
Guterres aseguró que combatir ese legado es responsabilidad de todos, y destacó el papel crucial de la educación para romper el círculo del racismo y la esclavitud.
Argumentó que al enseñar en las escuelas la historia de la esclavitud, se protege al mundo de los impulsos más crueles de la humanidad. Estudiar los prejuicios y creencias que permitieron que esa práctica abominable floreciera durante más de cuatro siglos desenmascara al racismo, apuntó.
Abolir la explotación humana de una vez por todas
En consonancia con Guterres, la directora general de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, instó a recordar en este día a las víctimas y defensores de la libertad del pasado para que inspiren a las generaciones futuras en la construcción de sociedades justas.
"Es hora de abolir la explotación humana de una vez por todas, y de reconocer la dignidad igual e incondicional de todos y cada uno de los individuos”, enfatizó Audrey Azoulay.
La Unesco, la agencia de la ONU auspiciante de la jornada desde 1997, subrayó que el éxito de la sublevación liderada por los propios esclavos que resultó en la abolición de la esclavitud constituye una fuente de inspiración para la lucha contra todas las formas de servidumbre, racismo, prejuicio, discriminación racial e injusticia social legadas de la esclavitud.
Además, exhortó a reflexionar sobre las causas históricas, los métodos y las consecuencias de uno de los capítulos más terribles de la historia humana y a analizar los efectos que tuvo y que perduran en África, Europa, América y el Caribe.
Sobreviviente de Tulsa
Como parte de los actos del Día Internacional, Viola Ford Fletcher, sobreviviente de la masacre racista de Tulsa, en Estados Unidos, visitará la sede de la ONU en Nueva York y tocará la campana de apertura de la jornada bursátil en el mercado Nasdaq.
Ford Fletcher tiene 109 años y era una niña de siete cuando fue testigo del abominable ataque de población blanca contra residentes y bienes afroamericanos que tuvo lugar del 31 de mayo al 1 de junio de 1921 en el distrito de Greenwood en Tulsa, Oklahoma.
Aunque se desconoce el saldo total de la matanza, las estimaciones apuntan hasta 300 personas asesinadas.
Ninguno de esos crímenes fue juzgado o castigado ni entonces ni nunca por ningún gobierno municipal, estatal o federal. Más aún: tras el restablecimiento del orden público, la política oficial para liberar a una persona negra detenida era que una blanca lo solicitara y se responsabilizara de su comportamiento.