El financiamiento climático necesita “billones” de dólares de inversión, especialmente en los países del Sur, que a su vez piden que el esfuerzo sea “equitable”, de acuerdo a una mesa redonda de negociadores del clima en París.
La transición energética que debe emprender el mundo, de acuerdo a las exigencias de los climatólogos, necesitará una cuidadosa evaluación de “costes y compensaciones”, advirtió el presidente de la última gran conferencia climática (COP28, celebrada en Dubái), el emiratí Sultan al Jaber.
Jaber participó en la mesa redonda en la sede de la Agencia Internacional de Energía (AIE) junto a responsables de las dos próximas conferencias sobre el cambio climático de Bakú (COP29) y Belém (COP30).
Los gobiernos emiratí, azerbaiyano y brasileño anunciaron la semana pasada una “troika” para mantener vivo el impulso de las complejas negociaciones climáticas a lo largo de los próximos dos años.
“Tenemos que empezar a pensar en billones, no en miles de millones” de dólares, declaró Jaber, rodeado de los negociadores de países como Estados Unidos, Alemania o Dinamarca.
Pero “tenemos que ser equilibrados en el suministro y la demanda de energía”, tomando en cuenta “los costes y compensaciones”, añadió.
“El año pasado, el total de inversiones en energías limpias en el mundo fue de 1,8 billones de dólares, frente al billón de dólares en energías fósiles”, añadió el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
“Pero esos 1,8 billones no son suficientes para alcanzar nuestros objetivos climáticos”, advirtió Birol.
“Y más importante aún, solamente un 15 por ciento de esos 1,8 billones de dólares se produjo en los países emergentes o en desarrollo”, detalló.
La próxima COP29 en Bakú tiene, entre otros objetivos, plantear un nuevo objetivo de inversión de los países desarrollados en los países en desarrollo en materia de lucha contra el cambio climático.
El actual objetivo es de 100.000 millones de dólares anuales, y oficialmente ya ha sido alcanzado.
Pero los casi 200 países que asistieron a la COP28 de Dubái reconocieron en la declaración final, en diciembre pasado, que las necesidades financieras de esos países en desarrollo son del orden de 5,8 a 5,9 billones de dólares de aquí a 2030.
“Tenemos que poner el dinero sobre la mesa”, añadió por su parte el ex enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry.
Gente en la calle
“La transición energética provocará una turbulencia energética, si solo nos enfocamos en el suministro”, vaticinó Jaber, que es el jefe del grupo petrolero emiratí y al mismo tiempo del principal consorcio de energía limpia de ese país.
La inestabilidad mundial, con frentes bélicos abiertos en Ucrania o en Oriente Medio, han provocado tensión en el mercado energético mundial, y esa situación no tiene perspectivas de mejorar, añadió Bitol.
“A veces los países no realizan las inversiones en la transición limpia porque ya disponen de unos ingresos seguros de los combustibles fósiles”, opinó el ministro de Clima y Energía danés, Dan Jorgensen.
“Queremos que esa transición sea justa y que se base en las necesidades de la gente”, añadió.
Numerosos países europeos han sido escenario de protestas de agricultores o transportistas en los últimos meses, ante las exigencias de la transición energética y de los planes de adaptación para todos los sectores económicos.
“Esto va de gente en la calle. Y de lo que se trata es de encontrar una manera de hacer la transición juntos”, aseguró Jennifer Morgan, enviada especial para el clima de Alemania.
Fuente: Agencia SWI