La policía belga arrestó a unas 400 personas que participaron este sábado de una marcha por Bruselas en la que se tiraron petardos y piedras a las vidrieras de las tiendas de camino a los edificios gubernamentales.
Inspirados en los "chalecos amarillos" que llevan tres semanas de protestas multitudinarias en Francia, los manifestantes belgas también protestaron contra el presidente francés, Emmanuel Macron, pero más que nada fueron contra el Gobierno belga, que es de centro derecha.
Alrededor de mil personas fueron arrestadas durante el "Acto IV" de este sábado en París y otras ciudades de Francia, pero Bélgica y Holanda no se quedaron atrás con sus manifestaciones en Bruselas y Rotterdam respectivamente. También se registró una marcha en Amsterdam.
Hasta el momento las multitudes de manifestantes tanto en Bélgica como en Holanda no han presentado un motivo específico para su protesta -como lo fue la ahora suspendida suba en el precio del combustible en Francia- sino que se concentran en expresar su descontento general con la actualidad de sus respectivos países.
En Bruselas, la policía está autorizada a usar gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes, en particular para mantener a salvo las sedes del Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, informó el sitio Le Parisien.