Menos escuelas y más hospitales. La segunda ola de casos forzó la orden de cierre de las escuelas primarias en Londres, en medio del aumento de casos por la nueva cepa que también llevó a reactivar los hospitales de campaña.
El gobierno británico decidió que no habrá clases hasta el 18 de enero en la capital debido a las inquietantes cifras sobre la propagación del virus, que a nivel nacional supera los 50.000 casos diarios.
Pero la disposición del ministro de Educación, Gavin Williamson, fue considerada insuficiente para la Unión Nacional de Educación (NEU), que tras una reunión de urgencia pidió el cierre de todas las escuelas del país.
"Si se permite que las condiciones empeoren al final habrá que cerrar más", dijo la secretaria de la NEU, Mary Bousted, quien pidió seguir el modelo de Escocia, Gales e Irlanda del Norte ante una infección "fuera de control".
Asimismo, funcionarios de salud británicos reactivaron los hospitales de emergencia que se levantaron al comienzo de la pandemia para hacer frente al aumento de los casos de coronavirus, que está poniendo a las salas existentes bajo una presión extrema, particularmente en Londres.
Gran Bretaña registró más de 50.000 nuevos contagios diarios de Covid-19 durante los últimos cuatro días, impulsados en gran parte por una nueva variante del virusque es mucho más infecciosa. Una vocera del Servicio Nacional de Salud (NHS) indicó que el hospital Nightingale en Londres se está preparando para reabrir si fuera necesario.
"En previsión de las presiones que aumentan por la propagación de la nueva variante de infección, se solicitó a la región de Londres del NHS que se asegurara de que el Nightingale se reactivase y estuviera listo para admitir pacientes en caso de que fuera necesario", señaló.
El hospital, con sede en el Centro de Exposiciones Excel en los Docklands de Londres, contará con médicos londinenses con apoyo del Ejército y de voluntarios si es necesario.
Los hospitales Nightingale son sitios temporales construidos con la ayuda del Ejército en cuestión de días entre marzo y abril, cuando las instituciones de salud lucharon por primera vez para hacer frente a la afluencia de pacientes con Covid-19. Y todo a pesar de que el gobierno británico ya había endurecido las restricciones recientemente.
Médicos de otros hospitales advirtieron que luchan para sobrellevar la situación, especialmente cuando una gran cantidad colegas se enferman o deben aislarse, mientras los paramédicos y enfermeras deben asistir pacientes en ambulancias debido a la falta de camas.
El Royal London Hospital informó a su personal que la institución se encuentra en "modo de medicina de desastres" y no puede proporcionar cuidados intensivos de alto nivel.