El partido Likud, del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aventaja por la mínima a la coalición centrista Azul y Blanco de Beni Gantz con el 99 por ciento de los votos escrutados, tras los comicios celebrados este martes en Israel. Según el recuento de prácticamente todos los votos, Netanyahu y Gantz han empatado a 35 escaños en unas elecciones que dan al bloque de la derecha 65 de los 120 diputados de la Knésset. De esta manera, Netanyahu seguirá siendo primer ministro.
Tras agradecer el apoyo de sus electores por una "victoria impresionante", un eufórico Netanyahu afirmó que ya está conversando con sus viejos-nuevos socios de coalición. "Esta noche, casi todos declararon de forma pública que recomendarán ante el presidente de Israel que sea yo el que forme Gobierno"; afirmó antes de añadir: "Espero acabar pronto para formar un gobierno nacional estable. Será un gobierno de derechas pero yo pienso ser primer ministro de todos los israelíes, derecha e izquierda, judío y no judío"
“El bloque de derecha liderado por Likud obtuvo una clara victoria. Agradezco a los ciudadanos de Israel por confiar en mí. Comenzaré a formar un gobierno de derecha con nuestros socios naturales esta noche”, escribió el primer ministro en su cuenta de Twitter, mientras en su bunker electoral reinaba un clima de cautela.
En los números finales, se concretó un empate técnico que terminó favoreciendo al actual mandatario. Benny Gantz, de la Azul y Blanco, por su parte, apareció al frente de sus seguidores en su bunker electoral, donde primaba un humor mucho más festivo, y gritó: "Ganamos, el pueblo de Israel habló", según informaron los medios locales Haaretz y The Jerusalem Post.