Luego de otra jornada de protestas en las calles de Chile y de represión, el presidente Sebastián Piñera insistió en la fórmula de haber escuchado “con mucha atención y humildad” y anunció una serie de medidas de contención social pendientes de la aprobación en el Congreso.
“Es verdad que los problemas se venían acumulando durante décadas, pero también es verdad que los distintos gobiernos no supimos reconocer los problemas en su magnitud”, dijo durante un mensaje transmitido desde su cuenta de Twitter en el que reconoció “esta falta de visión”.
“Vamos a tener que cambiar nuestras formas de actuar y nuestras prioridades”, reconoció el mandatario que llegó a hablar de “guerra” contra las protestas, pero que ahora habló de una “poderosa y renovada agenda social” que dependerá de la transferencia de recursos.
Entre las medidas anunciadas pendientes de aprobación hay un aumento del 20 por ciento a la pensión básica solidaria que alcanzará a 945 mil personas, así como aportes fiscales para que las generaciones por jubilarse perciban un haber mayor, entre otras cosas.
También anunció un proyecto de ley de seguro catastrófico de enfermedades que se pondrá en vigencia una vez pasado un "techo" en el gasto y un acuerdo para reducir los precios de los medicamentos para todo el país.
Respecto a los trabajadores en blanco, anunció un ingreso mínimo garantizado 350 mil pesos mensuales para quienes se desempeñan con jornada completa y perciben una remuneración menor.
En lo que hace a la tarifa eléctrica, buscará congelar el aumento del 9,2 por ciento, también una mayor equidad entre los presupuestos de las comunas de mayores y menores ingresos.
En lo que hace a la función pública, los administrativos y parlamentarios de mayores ingresos tendrán una reducción de sus salarios y también se buscará ponerles un tope a las reelecciones.