Pedro Sánchez ha aceptado el encargo del rey para Felipe VI formar Gobierno tras la ronda de consultas del miércoles y jueves y ha asegurado que lo hará "cuanto antes". Ahora, según la modalidad de gobierno en España iniciará la ronda de contactos con los tres grandes partidos con presencia de representantes en el parlamento. [{adj:47671 alignright}]
Después de hablar con los líderes de casi todos los partidos políticos —Bildu y ERC han declinado participar—, Felipe VI se ha reunido con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y le ha comunicado su decisión de proponer como candidato al secretario general del Psoe, ganador de las elecciones del pasado 28 de abril, una propuesta que ha aceptado el presidente del Gobierno en funciones. "Tengo un enorme sentimiento de gratitud hacia el pueblo español y un sentimiento de enorme responsabilidad", ha explicado Sánchez, que considera que la ciudadanía "quiere que gobierne el partido socialista: o gobierna el Psoe o gobierna el Psoe. No hay otra alternativa".
"Quiero gobernar desde los valores progresistas que representa el PSOE, hablando con todas las fuerzas dentro de la Constitución", ha continuado Sánchez, que adelantó que comenzará la próxima semana con los contactos con los tres partidos mayoritarios en el Congreso (PP, Ciudadanos y Unidas Podemos). En referencia al programa que presentará en estas reuniones, el candidato ha detallado: "Voy a proponer cuatro ejes a estos partidos: la transición ecológica, la adaptación al cambio climático; en segundo lugar, el impulso a la digitalización de nuestra economía; la lucha contra la desigualdad y, finalmente, el refuerzo del papel de Europa". La intención de Sánchez es gobernar "con grandes consensos, dialogando con todos".
A partir de ahora se abre un periodo de negociación entre las diferentes fuerzas políticas para formar una mayoría que permita a Sánchez acudir al debate de investidura. Cuando el líder socialista acabe con esos contactos, deberá comunicar a la presidenta del Congreso si está en condiciones de afrontar ese debate y, en caso afirmativo, poner una fecha, que según fuentes gubernamentales se produciría ya en julio. Si el candidato considera que no tiene atada esa mayoría, puede declinar la propuesta del Monarca, lo que llevaría a Felipe VI a iniciar una nueva ronda de contactos para ver si se puede desatascar la situación o proponer un nuevo candidato.
Tras el anuncio esta mañana por parte de la representante de Junts per Catalunya, Laura Borràs, de que sus tres diputados presos no van a renunciar al acta, la mayoría necesaria para que Sánchez pueda ser elegido en la segunda votación (el candidato necesita más síes que noes) ha bajado a 173 escaños y para ello debe contar con el apoyo de Unidas Podemos, PNV, Compromís, Coalición Canaria y el Partido Regionalista de Cantabria. Esa mayoría también podría cambiar si se materializa la propuesta de Navarra Suma de que sus dos diputados se abstengan.
En el caso de no lograr la investidura en esa votación, el tiempo para la convocatoria de unas nuevas elecciones comenzaría a correr. Si pasados dos meses ningún otro candidato lograra reunir esa mayoría, se disolverían las Cortes y habría comicios. Una situación que ya se vivió en 2015, cuando Mariano Rajoy declinó la propuesta del Rey para ser candidato y fue Pedro Sánchez el que aceptó someterse a una investidura, que resultó fallida y que condujo a una nueva cita con las urnas en junio de 2016.
Fuente: El País de España