Seis personas murieron el martes en un intenso tiroteo que llenó las calles de Jersey City con el sonido de disparos durante horas, informaron autoridades estadounidenses.
Entre los fallecidos se cuentan dos sospechosos, dijo el jefe de policía de Jersey City, Michael Kelly.
El policía abatido, el detective Joseph Seals de 40 años, recibió el crédito de sus superiores por haber encabezado al departamento en la cantidad de armas ilegales retiradas de las calles en los últimos años, y quizás intentaba frenar un incidente que involucraba ese tipo de armas cuando se vio en medio de los disparos que comenzaron cerca de un cementerio, comentaron las autoridades.
El tiroteo continuó en un supermercado kosher, a poco más de un kilómetro de distancia, donde se hallaron otros cinco cadáveres, señaló Kelly.
"Es un día muy difícil para la ciudad de Jersey City'', expresó el alcalde Steven Fulop. Seals "era uno de los mejores agentes para retirar armas de las calles. Era un buen policía''.
Otros dos agentes resultaron heridos y poco después fueron dados de alta del hospital, indicaron las autoridades.
Los disparos comenzaron a primeras horas de la tarde en la ciudad de alrededor de 270 mil habitantes, ubicada del otro lado del río Hudson desde la ciudad de Nueva York. Seals, que trabajaba para una unidad llamada Cese del Fuego, fue baleado alrededor de las 12:30 p.m. Posteriormente, los agresores se trasladaron a otra parte de la ciudad en una camioneta de alquiler robada y se enfrentaron a la policía en un prolongado tiroteo.
"Nuestros agentes estuvieron bajo fuego por horas'', afirmó Kelly.
Dentro del supermercado, la policía encontró los cuerpos de los que se cree eran los sospechosos y de otras tres personas que aparentemente estaban en el lugar cuando los agresores ingresaron, dijeron las autoridades. La policía señaló que estaba confiada en que los transeúntes fueron baleados por los agresores y no por los agentes.
El supermercado kosher es un sitio importante en una creciente comunidad de judíos ortodoxos que se han mudado a Jersey City en los últimos años. Las autoridades no pudieron determinar la razón por la que los agresores se dirigieron a ese lugar.
Los nombres de las víctimas que se encontraban dentro de la tienda no fueron revelados hasta que se notifique a sus familiares.
El director de Seguridad Pública de la ciudad, James Shea, dijo que las autoridades creen que la masacre no fue un acto de terrorismo, pero que el incidente sigue bajo investigación.
El colegio Sagrado Corazón, cerca del lugar del tiroteo, fue cerrado por motivos de seguridad, pero todos los empleados y alumnos se encontraban bien, según un comunicado de la arquidiócesis de Newark.
Equipos del escuadrón táctico SWAT, agentes de la policía federal y estatal, acudieron al lugar, y la policía bloqueó la zona que, además de la escuela y el supermercado tiene algunas tiendas y una peluquería.