La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) declaró al 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras, debido a su importancia para la nutrición, la salud y la seguridad alimentaria en el marco de la pandemia por COVID-19 que afecta a millones de personas a nivel mundial, constató AIM.
Asimismo, se pretende concienciar a la comunidad internacional acerca de la contribución de estos alimentos al desarrollo sostenible, así como su impacto en la sociedad, la economía y el medio ambiente, para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La actual pandemia por COVID-19 ha afectado considerablemente la cadena de suministro de frutas y verduras, hasta en un 50%, especialmente en los países en desarrollo, razón por la cual la creación de este año internacional está dirigida a reestructurar y transformar su proceso de producción y consumo.
Aunado a ello, los problemas de producción, transporte y distribución, así como la escasez de la mano de obra inciden en la disponibilidad y acceso limitado de estos alimentos para el consumo humano, especialmente en países en desarrollo.
Las frutas y verduras, por ser productos altamente perecederos, generan niveles elevados de pérdidas y desperdicios en todas las etapas de la cadena de valor, así como en su calidad. Ello supone un riesgo para la población de contraer enfermedades de transmisión alimentaria, ocasionado por la contaminación de patógenos y la contaminación química, afectando la inocuidad de estos alimentos.
En virtud de ello, se requiere la inversión en la aplicación de tecnologías e ideas innovadoras, tales como cadena del frío, investigación, desarrollo y la innovación digital, enfocadas en mantener la inocuidad y la calidad de las frutas y verduras, preservando su valor nutricional y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Esto impactará favorablemente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, disminución de la presión sobre los recursos hídricos y de la tierra, contribuyendo al incremento de la productividad y el crecimiento económico de los países.
Consumo de frutas y verduras: un hábito saludable
Es bien sabido que el consumo regular de frutas y verduras previene la desnutrición, así como la aparición de enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes, anomalías cardíacas y obesidad. Asimismo, fortalece el sistema inmunológico ante enfermedades infecciosas. Ello es debido a que son ricas en vitaminas, fibras y minerales, vitales para el óptimo funcionamiento del cuerpo humano.
En tal sentido, la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomiendan el consumo mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras, para contrarrestar la deficiencia de micronutrientes en el organismo.
Estudios e investigaciones estiman que la ingesta insuficiente de frutas y verduras incide en la mortalidad por cáncer intestinal, cardiopatías isquémicas y accidentes cardiovasculares.
Las frutas y verduras no solo benefician a las personas. Contribuyen de manera significativa al incremento de la biodiversidad, generando sostenibilidad ambiental y mejorando los medios de vida de agricultores e involucrados en las cadenas de producción de estos alimentos.