Amancay es un cóndor juvenil que nació en el Bioparque Temaikèn hace dos años, con un importante destino: es la primera de su especie criada por sus padres en el Bioparque Temaikèn que podría volver a su hábitat natural, formando parte de un esfuerzo de muchas organizaciones por recuperar las poblaciones de cóndores de la Patagonia atlántica.
Luego de un viaje de más de 1.600 km llegó sin problemas a la base de campo que tiene el Programa de Conservación de Cóndor Andino, en Sierra Paileman, Río Negro, Argentina.
Según el protocolo de crianza de cóndores (que incluye prácticas mejoradas de manejo animal) Amancay, desde pequeña, tuvo mínimo contacto con sus cuidadores, y su vínculo fue principalmente con sus padres, lo que promovió que mantuviera sus comportamientos naturales.
Lograr la reproducción de una especie como la del cóndor andino significa colaborar en la conservación de animales se ven afectados en la naturaleza.
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