El titular de la Fundación ProYungas, Alejandro Brown, lo señaló así tras el reciente avistamiento del felino en Caimancito.
El reciente avistamiento de un yaguareté con crías, en el Yacimiento Caimancito, es una prueba más de que nuestra provincia resguarda la especie del mayor felino de América. Y es que gracias al impecable sistema de las cámaras trampa que fueron instaladas en el lugar, se corroboró que su principal refugio de la especie está en las Yungas del Norte. Aún existen poblaciones en Misiones y algunos lugares de Chaco. En tanto que, a nivel país, se estima que quedan menos de 250 ejemplares.
Por la caza. En el país, el tigre está reducido en su distribución geográfica a menos del cinco por ciento de lo que fue su distribución natural.
En las imágenes captadas durante una campaña de revisión de cámaras trampa instaladas en el Yacimiento, a menos de dos kilómetros de la RN 34, dos técnicos de la Fundación ProYungas, Matías Ritzer y Roberto Cáceres, vieron al animal adulto acostado en el medio de un camino de tierra, mientras que su cría se cruza de derecha hacia izquierda y desaparece entre la maleza. "Las Yungas de Jujuy- Salta es el único lugar del país donde la especie tiene posibilidades de supervivencia a largo plazo", dijo el presidente de la Fundación, Alejandro Brown, al señalar que se trata de uno de los sitios con mayor diversidad de felinos en el mundo, donde habitan siete especies de felinos, desde el más grande que es el yaguareté, hasta el gato montés, que tiene la talla de un animal doméstico.
A su vez, destacó que este felino - considerado como el más grande de América (junto con el león, la pantera y el tigre asiático), su presencia, es un indicador de que en las Yungas existe buena conservación de la especie. Sin embargo, la cruda realidad es que a pesar de que el felino sea considerado un Monumento Natural Nacional y estar amparado por leyes tanto a nivel nacional como provincial, atraviesa una situación crítica, lo que significa que la especie está enfrentando un riesgo de extinción en estado silvestre.
La caza y la pérdida de hábitat
El principal factor de amenaza de la especie, tiene que ver con la caza por el conflicto con el ganado, "el jaguar come el ganado y por ende es cazado por los ganaderos, esto sucede no sólo en Argentina sino en el mundo", dijo Brown al mencionar que en un segundo plano -pero lejos- el otro factor es la pérdida de hábitat que contribuye a que la especie tenga menos lugares donde reine la tranquilidad y la cantidad de presas que necesita para sobrevivir. "Las Yungas todavía es un espacio tranquilo y con más de un millón de hectáreas de selva en buen estado de conservación con mucha diversidad de mamíferos que son presas del yaguareté. Por eso estamos seguros de que será el hábitat del futuro del yaguareté en Argentina", sostuvo.
En tanto, mencionó que las otras regiones en donde la naturaleza está mucho más implicada y vinculada con actividades productivas y sobre todo ganaderas, como la región Chaqueña, "la probabilidad de que el tigre pueda sobrevivir a largo plazo es casi nula", remarcó.
Un sistema para conservarlos
El registro que se viene realizando en conjunto por la empresa Jemse, la Fundación Pro Yungas y el Ministerio de Ambiente de la Provincia, a través de las cámaras trampa tiene dos propósitos. "Conocer mejor la biodiversidad asociada con las Yungas, ver cómo ésta evoluciona en el tiempo, qué especies aún se mantienen y qué factores están a favor o en contra de las especies", finalizó.
El relevamiento de las Yungas empezó hace cinco años, desde el Parque Nacional Baritú (Salta) y en 2017 en Jujuy, sector de Calilegua.
Fuente: El Tribuno