La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó este jueves que el año 2018 ya se convirtió en el cuarto más caluroso desde que se registra la temperatura media del planeta. El informe se dio a conocer a pocos días de realizarse la cumbre climática COP 24 en Polonia, entre el 3 y el 14 de diciembre.
El organismo que pertenece a la ONU alertó sobre la gravedad de la situación y la necesidad de actuar con urgencia. En el documento se observa que la temperatura media de la superficie del planeta en los primeros 10 meses del año fue superior en casi 1 grado a los valores registrados en la época preindustrial (1850-1900).
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, expresó que si se mantiene la tendencia actual de emisiones de gases de efecto invernadero, "es posible que se produzcan aumentos de la temperatura de 3 a 5°C para finales de siglo" y agregó que la tendencia al calentamiento del planeta a largo plazo "es evidente y continúa".
Asimismo, el balance anual provisional presentado ayer revela que los 20 años más cálidos se registraron dentro de los últimos 22 años, mientras que los últimos cuatro (2015, 2016, 2017 y 2018) se mantienen como los más calurosos de la historia. "Conviene reiterar una vez más que somos la primera generación que comprende plenamente el cambio climático y la última generación que puede hacer algo al respecto", subrayó Taalas.
Mientras tanto, las concentraciones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, siendo este un factor determinante para el cambio climático, "si se mantiene la tendencia actual, es posible que se produzcan aumentos de la temperatura de 3 a 5ºC para finales de siglo. Si utilizamos todos los recursos de combustible de origen fósil conocidos, el aumento de la temperatura será considerablemente mayor", alertó el secretario general.
La comunidad internacional debe lograr el consenso de cara a la próxima cumbre climática y finalizar el Acuerdo de París. El mismo pretende reducir el calentamiento climático a menos de 2 ºC, o incluso a 1,5ºC respecto a los niveles previos a la revolución industrial. Las señales del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, el calor oceánico, la acidificación de los océanos y el derretimiento de los hielos marinos y los glaciares, se mantienen mientras que las condiciones meteorológicas extremas han sembrado la destrucción en todos los continentes, indica la versión provisional de la declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2018.
Aunque para los expertos de la ONU es posible alcanzar este objetivo de 1,5ºC, pero requiere modificaciones en el modo de vida, los sistemas energéticos y las redes de transporte. "Son más que simples cifras", afirmó la secretaria general Adjunta de la OMM, Elena Manaenkova.
"Cada fracción de grado de calentamiento tiene repercusiones en la salud humana y el acceso a los alimentos y el agua dulce, en la extinción de animales y plantas y en la supervivencia de los arrecifes de coral y la vida marina".