Desde la Secretaría dijeron que llegarán hasta las últimas consecuencias con quien debería cuidar la flora y fauna de la reserva Don Carmelo. Hay ocho detenidos en total.
El de este martes por la noche no fue un operativo más de la Secretaría de Ambiente Provincial. Con las manos en la masa encontraron a un empleado de la repartición y al encargado de cuidar el lugar que eran parte del grupo de cazadores furtivos que estaban en plena faena en la reserva Don Carmelo, ubicada en Ullum, quienes quedaron detenidos dentro del grupo de ocho cazadores.
El secretario de Ambiente, Raúl Tello, se declaró “indignado” y aseguró que llegarán hasta las últimas consecuencias con el empleado, que se dedicaba a hacer todo lo contrario de su labor. Ya iniciaron un sumario administrativo que se maneja a la par de la causa en la Justicia.
Tello dijo que el operativo lo montó la Secretaría a través de la Dirección de Conservación para interceptar al grupo de presuntos cazadores en la Reserva Privada de Usos Múltiples Don Carmelo, ubicada en las invernadas, departamento Ullum, debido a sospechas que tenían de que esta persona podría estar incumpliendo sus obligaciones como agente provincial de conservación. En el operativo que se efectuó junto a la Policía, se encontró dentro de la reserva a la que se accede en cuatro por cuatro y tras más de 6 horas de viaje desde la ciudad, in fraganti a los cazadores, incluido el empleado de Ambiente. Encima estaba junto a él el casero del lugar, quien también formaba parte del grupo que estaba cazando, donde también habría habido menores de edad. En la escena estaba estacionada una camioneta de la repartición.
En el lugar se encontraron tres guanacos y un suri muertos, además se secuestraron un rifle calibre 22 con mira telescópica y un revólver calibre 22 también con mira telescópica. Inmediatamente los detenidos quedaron alojados en la comisaría 15ta, esperando ser juzgados por Flagrancia. En el operativo participó personal de la seccional de la zona a cargo del comisario Erick Zeballos.
Inédita situación
El empleado de Ambiente detenido se llama Cristian Javier Riveros y forma parte de un grupo rotatorio de vigiladores que la repartición dispone como apoyatura en la reserva, que es la única privada de la provincia. Este trabajador habría estado antes en otro ministerio. Tello dijo que ya está separado de sus funciones y que está pidiendo la exoneración dentro del sumario interno, además de instruir al abogado de la repartición de que vaya hasta las últimas consecuencias en la Justicia. “Desconozco los móviles, pero sea cual sea esto es totalmente repudiable. Pedí que se tomen las máximas sanciones del caso”, dijo Tello, quien aseguró que es la primera vez que se detecta a personal de Ambiente como partícipe de caza furtiva.
Tello dijo que hay varios delitos en juego, como son violar la cuarentena, portación ilegal de armas, matanza de ejemplares de la fauna autóctono en peligro con varios ejemplares cazados, y el agravante de ser el sujeto un agente del Estado encargado de la custodia de la reserva.
Sobre el casero, el Secretario indicó que se trata de un contratado (entiende que desde hace un par de años), del propietario de la reserva, quien ya está en conocimiento de la situación irregular. El nombre del casero es Gustavo Albarracín. Por lo que se sabe, al igual que el agente de Ambiente, es oriundo de Albardón.
En la Secretaría de Estado se ha creado un área de seguimiento de todas estas causas legales que derivan de los operativos buscando sobre todo cazadores, que se hacen a razón de unos 20 por mes en diferentes áreas protegidas de la provincia. Hay alrededor de 16 reservas en San Juan, entre las provinciales, nacionales y municipales.
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