Tal como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio es una de las sustancias más dañinas para la salud humana. Puede influir en el sistema nervioso, el desarrollo del cerebro, y en muchos otros ámbitos. Es particularmente dañino para los niños y puede asimismo ser transmitido de la madre a su bebé durante el embarazo. Además, el mercurio se dispersa muy fácilmente por el entorno natural, y puede entrar en la cadena alimentaria.
No debe extrañarnos pues que el agua que ha sido contaminada con mercurio y otros metales pesados tóxicos sea una causa importante de daño medioambiental y de problemas de salud en todo el mundo.
La situación podría comenzar a cambiar gracias a la invención reciente de una forma totalmente nueva de limpiar el agua contaminada, a través de un proceso electroquímico.
Los resultados obtenidos en las pruebas con este nuevo sistema, desarrollado por el equipo de Björn Wickman y Cristian Tunsu, de la Universidad Chalmers de Tecnología en Suecia, demuestran que es capaz de reducir el contenido de mercurio en un líquido en más de un 99 por ciento. Esto puede situar al agua dentro los márgenes establecidos para el consumo humano seguro.
En el nuevo método interviene una placa metálica (un electrodo), que une a ella metales pesados específicos. El electrodo está hecho del metal noble platino, y a través de un proceso electroquímico extrae el mercurio del agua para formar una aleación de los dos. De esta forma, el agua queda limpia de contaminación por mercurio. La aleación formada por los dos metales es muy estable, de modo que no hay riesgo de que el mercurio vuelva a entrar en el agua.
Una ventaja importante de la nueva técnica de limpieza es que el electrodo posee una muy alta capacidad. Cada átomo de platino puede enlazarse a cuatro átomos de mercurio. Además, estos últimos no solo se unen a la superficie, sino que también penetran más profundamente en el material, creando capas gruesas. Esto significa que el electrodo puede usarse durante un tiempo prolongado. Después de su uso, puede ser vaciado de una forma controlada. Posteriormente, se puede reciclar el electrodo y retirar el mercurio de forma segura. Otro aspecto positivo para este proceso es su elevada eficiencia energética.
Ncyt.-