La situación excepcional provocada por la pandemia de la Covid-19 ha alterado también la rutina de los animales domésticos. Siete semanas después del inicio del confinamiento, con las familias compartiendo en casa muchísimo más tiempo con perros y gatos, es necesario revisar las pautas de higiene y protección de la salud de los animales. Solo así se podrá garantizar también una feliz convivencia, sin riesgos ni enfermedades.
Con los perros y los gatos conviviendo casi 24 horas con las personas, con más contacto físico que nunca, compartiendo los mismos espacios cerrados, conviene tomar las máximas precauciones. “Si pasamos más horas juntos hay más riesgo de que nos podamos contagiar”, advierte Dídac Domingo, veterinario.
¿Cada cuánto desparasitar?
Desparasitar, necesario e imprescindible con cada cambio de estación, lo es aún más ahora durante el encierro de animales y de sus dueños en las casas. La coincidencia con la primavera obliga a extremar las precauciones.
No es un asunto menor. “Las picaduras de insectos como las garrapatas pueden ser transmisoras de numerosas enfermedades, como la babesiosis, la ehrlichiosis canina o la borreliosis, que pueden tener graves efectos sobre la salud de nuestras mascotas”, advierte López. Pueden provocar fiebre, anemias graves, manchas en la piel, artritis y en algunos casos, los más graves, la muerte del animal.
Hay que diferenciar entre los parásitos externos y los internos. “La desparasitación interna debe realizarse con la periodicidad que marque el veterinario en función de la zona donde vivas: cada mes, dos o tres meses, con o sin confinamiento”, destaca Maria Pifarré, veterinaria. No es lo mismo vivir en una ciudad que en una zona rural con ovejas u otros animales. “
Yo recomiendo hacerlo en cada cambio de estación, cada tres meses, en perros y en gatos”, explica Domingo. Las desparasitaciones internas no son preventivas, ya que eliminan a los parásitos en el momento de aplicarse el fármaco. Por esta razón se repiten estacionalmente.
Los parásitos externos son pulgas y garrapatas, sobre todo, que aparecen con el calor. Para prevenirlos hay diferentes métodos, como los collares de toda la vida con repelente o también la aplicación de un líquido que se aplica en la piel del animal. También se pueden prevenir con fármacos. Existen pastillas específicas para pulgas y garrapatas que provocan la muerte del parásito externo cuando intenta alimentarse de nuestra mascota.
Los parásitos externos hay que eliminarlos con rapidez porque si llegan a casa con el animal se instalan en moquetas, parqués o sofás, donde ponen sus huevos. “Si vemos una sola garrapata en el animal, sí o sí hay que actuar ya. Pero mi recomendación es proteger durante todo el año al animal de los parásitos” para prevenir, destaca Pifarré. Con el incremento de la temperatura la presencia de pulgas y garrapatas se multiplica. Si se protege al animal, la propia mascota previene de la posible presencia de los parásitos en casa.
Claro que la amenaza también llega por el aire, cuando aumente la presencia de mosquitos con la subida de las temperaturas. “La leishmaniosis y la filariosis son transmitidas por mosquitos que también aumentan a partir de la primavera”, añade López.
Pelo por toda la casa
Pero los parásitos no son el único problema de higiene con las mascotas estos días. Los perros inician la muda de su pelo con la llegada de la primavera. Si los animales pasan más horas en casa, la acumulación del pelo caído por todos los rincones es especialmente molesta. Cuidado también a las posibles alergias. Por eso el cepillado debe ser más frecuente, especialmente en las razas más peludas. “La muda del pelo es un proceso natural y necesario que no debe de asustarnos”, destaca López.
“El cepillado deber ser diario para eliminar el exceso de pelo de esta época del año por la muda, especialmente en algunas razas”, explica Domingo. “Si no se baña al animal estos días de confinamiento no pasa nada, a no ser que se trate de animales que necesiten baños por problemas en la piel”, añade este veterinario.
Para acabar con la acumulación de pelos se recomienda recurrir al aspirador. La ayuda de los populares robots, que puedan aspirar específicamente el pelo de los animales, facilita mucho el trabajo en el día a día. Si se permite que perros y gatos suban al sofá o sobre la cama, o se ponen fundas o se deberá insistir a diario con el aspirador. Más trabajo.
Para limpiar y desinfectar la casa es recomendable buscar productos lo menos agresivos posibles para el entorno, las personas y los animales. En esta línea, el vapor de agua es un buen recurso para eliminar la suciedad y garantizar la desinfección.
En el caso del arenero de los gatos, se ha de limpiar y cambiar la arena habitualmente. La periodicidad variará en función de la calidad y el tipo de arena y del número de gatos que convivan en una misma casa. Puede tener que cambiarse una vez a la semana, cada quince días o durar hasta un mes en algunos tipos de arena. Ahora bien, “los gatos hacen sus necesidades a diario, hay que quitar las heces cada día”, destaca Pifarré.
Atentos a uñas, orejas y dientes
Bañar al perro en casa no es fácil si no se tiene una terraza grande o un jardín. En las clínicas veterinarias y centros especializados estos días se atienden las urgencias, pero en la mayoría de los casos no se bañan a los animales. “Limpias más a un perro o a un gato si lo cepillas cada día que no con un baño diario. Su cepillado es como nuestra ducha diaria. Con el cepillado también evitamos que vaya repartiendo el pelo por casa”, destaca Pifarré. “Ahora que tenemos más tiempo es una buena oportunidad para acostumbrar al animal a cepillarlo cada día”, añade.
Otra cuestión importante a tener en cuenta en la higiene de nuestros animales es que las uñas se tendrán que cortar más en confinamiento, porque al salir menos de casa los perros, sus uñas también se desgastan menos. Las orejas hay que limpiarlas cada quince días para eliminar la cera, como se hace habitualmente. También hay que mantener la limpieza de los dientes , con un cepillado diario –recomiendan los veterinarios– para evitar la acumulación de sarro.
Fuente: Noticiasambientales.-