La primera lluvia de meteoros del 2024 tendrá su apogeo esta próxima madrugada. Los orígenes del fenómeno astronómico conocido como Cuadrántidas fue explicado a AIM por Mariano Peter, coordinador del Observatorio Astronómico de Oro Verde.
La primera lluvia de meteoros del año comenzó el 1 de enero y se extenderá hasta el día 5, siendo su apogeo la madrugada entre el 3 y 4 de este mes.
La lluvia de meteoros de las Cuadrántidas, toma ese nombre de la constelación Quadrans Muralis, designada así por el astrónomo francés Jerome Lalande en 1795, pero actualmente no reconocida por la Unión Astronómica Internacional (IAU).
El radiante, es decir, la zona del cielo de la que emergen los meteoros (estrellas fugaces), se ubica en este caso entre cuatro constelaciones: Osa Mayor, Osa Menor, Draco y Boyero. Estas constelaciones se pueden ver a la madrugada. Se ubican al Nordeste desde nuestra latitud ya que pertenecen al hemisferio Norte.
El origen de las Cuadrántidas sigue siendo incierto. Algunos astrónomos especulan con la idea de que el asteroide 2003 EH1 puede ser el que causa la lluvia de meteoros. El mismo, fue descubierto en el año 2003 y se cree que está relacionado con el cometa extinto C\1490 Y1, observado por astrónomos chinos, japoneses y coreanos hace unos 500 años.
La tasa de meteoros por hora que se pueden llegar a observar va de 40 a 100; pero desde nuestra ubicación geográfica difícilmente podemos ver esa cantidad de meteoros.
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión.
Aunque las Cuadrántidas parecen venir de la constelación de Bootes, se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.