El dato surge de un índice de recuperación de este material que elabora una ONG; advierten que es necesaria una ley que impulse la responsabilidad social del manejo de este tipo de desechos
Doce estadios de fútbol, 265.000 autos o el peso de más de 4500 obeliscos. A eso equivalen las 343.000 toneladas de plásticos recuperados en el último año que representan un 27 por ciento del total de los productos de ese material destinados a envases.
Según datos de la Cámara Argentina de la Industria Plástica (Caip), los envases, que se convierten en residuos y son recursos y se pueden reciclar en el corto plazo, representan el 45 por ciento del total de los plásticos que se producen en el país. El resto son de larga vida, como por ejemplo los que se utilizan para la construcción o para autopartes.
El número se desprende del nuevo índice de reciclado de plásticos en la Argentina realizado por Ecoplas, una asociación civil sin fines de lucro, que impulsa el desarrollo sustentable de este material en una economía circular, en colaboración con la Cámara Argentina de la Industria de Reciclados Plásticos (Cairplas). La investigación se basó en la información recolectada en más de 150 empresas de la industria recicladora de todo el país.
Y representa un crecimiento del 456 por ciento de la cantidad de plástico reciclado en el país desde 2003, cuando se registraron los primeros datos y se realizó por primera vez el índice. Hoy, entonces, se reciclan seis veces más que en ese año. Calculan que, en 2022, el reciclado de plásticos en el país evitó la liberación de más de 434.000 toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a lo que absorben 21 millones de árboles.
De ese total, 318.000 toneladas fueron recuperadas a través del reciclado mecánico, un 11 por ciento más que en 2021. Mientras que 25.000 fueron destinadas a la generación de energía, un proceso que debe realizarse en plantas especiales donde se extrae y aprovecha la energía contenida en los materiales
El reciclado mecánico es el más extendido. Consiste en limpiar el plástico, molerlo o trocearlo, lavarlo de nuevo y enfardarlo. El primer paso, sin embargo, es en la separación de los residuos reciclables que cada consumidor realiza en su casa, oficina, escuela o espacios públicos. Luego los residuos reciclables son entregados a puntos de separación clasificación y enfardado, o Centros Verdes. Allí se encargan de clasificarlos por tipo de material. En el caso de los plásticos, se separan por tipo de resina y color. En la Argentina, suele realizarse de manera manual. En otros países, existen tecnologías de clasificación automática que también detectan y separan los materiales que no corresponden.
Una vez separados, los materiales son sujetados en fardos que se entregan a la industria recicladora que realiza el proceso para transformarlos en nuevos productos de consumo.
Tras una ley
La separación de residuos, sin embargo, depende de los consumidores. En ese sentido, al presentar el índice, Verónica Ramos y Mariano Desvard, directora ejecutiva y gerente técnico de Ecoplas, respectivamente, destacaron que aún no existe una ley nacional de Responsabilidad Extendida del Productor, más conocida como de envases. Esta norma, similar a la legislación europea y propuesta por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), obliga a los envasadores, comerciantes e importadores a responsabilizarse por los envases que ponen en el mercado.
En 2021 fue presentada por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, pero perdió estado parlamentario. Desde Juntos por el Cambio advertían que el cobro de la tasa –el proyecto proponía gravar con una tasa de hasta el 3 por ciento todos los productos envasados para luego destinar la recaudación a la gestión integral y reciclaje de los envases para amortiguar su impacto ambiental– impactaría negativamente en los precios de los productos, mientras que desde el oficialismo señalaban que no era un impuesto, sino una tasa que tendrían que pagar aquellas industrias que no se responsabilizan en la gestión de los residuos con impacto ambiental.
Este año, desde el oficialismo volvieron a impulsar el proyecto. Fue la diputada Natalia Zaracho, del Frente Patria Grande encabezado por Juan Grabois. Por su parte, la diputada de Evolución Radical, Dolores Martínez, también presentó su proyecto.
En la Argentina, según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, se producen cerca de 50.000 toneladas de residuos por día. En tanto, los envases representan el 25 por ciento de los residuos sólidos urbanos y el 60 por ciento de los domiciliarios. En ese sentido, también señalaron que es necesario hacer hincapié en la educación y realizar campañas de concientización.
De acuerdo a una encuesta de Opinaia realizada en base a una muestra de 1200 casos en la Argentina, un 19 por ciento de los consultados no separa residuos reciclables porque no tiene información, mientras que un 23 por ciento lo hace, pero también reconoce que le faltan datos. En tanto, un 17 por ciento no los separa en el hogar a pesar de estar informado, mientras que un 41 por ciento recicla y considera que sabe cómo hacerlo.
Del 36 por ciento que afirma no separar residuos, el 83 por ciento reconoce que le gustaría hacerlo, pero no puede por falta de infraestructura como centros de reciclaje, espacio o campanas verdes cerca, desconocimiento, falta de tiempo o espacio.
Fuente: La Nación