El medio británico recogió distintos testimonios que muestran un cambio en la fisonomía del lugar, donde en los últimos años se registraron construcciones de comunidades privadas y casas de lujo. Los isleños denuncian que buscan desplazarlos.
Una nota del medio británico The Guardian advirtió que la flora y la fauna del Delta del Paraná están dejando paso a los desarrolladores inmobiliarios, que desde hace un tiempo se encuentran construyendo playas privadas, helipuertos y spas.
“Las islas están siendo tomadas por la fuerza y ??nuestra gente está siendo desechada”, afirmó Pedro Andino, un hombre de 80 años que vivió toda su vida allí. "Mientras que los isleños ven el delta como el cuarto pulmón de la Tierra, los promotores inmobiliarios lo ven como una oportunidad, y Andino dice que la población y los animales locales están siendo expulsados", expresó en su nota Harriet Barber sobre el fenómeno de avance.
Luego agrega que los desarrolladores describen las parcelas del Paraná como el "Miami del Sur", conformando un espacio de comunidades cerradas y casas de lujo. "El terreno, uno de los deltas fluviales más grandes del mundo, con una extensión de más de 17.500 kilómetros cuadrados, ha sido dividido para crear playas privadas, spas y helipuertos", dice el texto.
Luego recoge nuevamente el testimonio de Andino, quien aseguró que la casa de su padre se incendió, al igual que la de muchos de sus vecinos.
"El cuarto pulmón de la Tierra", como se caracteriza a esta zona repleta de animales y plantas de todo tipo, es un humedal que regula el clima, actúa como sumidero de carbono y también almacena agua.
"Los desechos industriales y los vertidos agrícolas han contaminado el agua, y la deforestación desenfrenada ha alterado la humedad , reduciendo el agua que fluye por sus arroyos. Los incendios provocados casi en su totalidad por humanos se salen de control cada año y han quemado 1.235.000 hectáreas (3.051.751 acres) desde 2020 según Greenpeace", explica Barber.
Además, aseguran que su fisonomía natural ha cambiado por la forestación, la sustitución de pasto para ganado y el uso de pesticidas que contaminan el agua, además de matar a las abejas.
“Somos el cuarto pulmón del mundo. Nuestro delta le da oxígeno al planeta, pero hoy lo están dañando terriblemente”, dijo entrevistado por el medio británico Juan Carlos García, un isleño de 70 años.
Nuevas construcciones y repoblación en el Delta
"A medida que los ricos se mudaron, se instalaron servicios públicos como electricidad, pero algunos isleños dicen que se les ha bloqueado el acceso a ellos", remarca The Guardian. Luego refiere que los dragados que requieren las construcciones de comunidades pueden aumentar la posibilidad de inundaciones.
Sofía Astelarra, profesora de la Universidad de Buenos Aires, le dijo al medio que a partir de los 2000 comenzó una intensa repoblación de las islas. “Querían pagarme por mi casa, pero yo no quería venderla”, relató otro habitante del lugar, Miguel Galloro. Esa vivienda finalmente quedó destruida. El hombre afirmó que fue pescador toda su vida pero le quitaron su bote y sus redes, impidiéndole el paso.
"En toda América Latina, los humedales han disminuido aproximadamente un 35 por ciento en 50 años y, a nivel mundial, están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques", explica la periodista en su nota. También agregó que los desarrolladores inmobiliarios no quisieron responder preguntas al respecto,
Los humedales y el gobierno de Milei
Barber también recogió el testimonio de la abogada y directora de biodiversidad de la Fundación Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ana Di Pangracio, quien afirmó que en el país no hay deseo de proteger los humedales.
"Este gobierno será difícil: corremos el riesgo de sufrir una regresión en la protección del medio ambiente, como la ley sobre los bosques y los glaciares", dijo Di Pangracio a The Guardian.“Y la ley de humedales tiene fuertes grupos de presión en contra: bienes raíces, agricultura, minería”, agregó.
Por otro lado, el texto afirma que los poderes económicos en el país son más fuertes, incluso, que la propia ley. “Se aprovechan de nosotros porque somos vulnerables. Es nuestro deber proteger esta tierra. El delta debe ser la tierra del pueblo”, cerró uno de los isleños.
Fuente: Perfil