Un trabajo conjunto entre el Conicet, la UNT y otras instituciones científicas, arrojó que en la provincia “las concentraciones de material particulado superan los 30 microgramos por metro cúbico (µg/m³)”. Rwanda, una de las ciudades más contaminadas del mundo, registra 36,8 µg/m³. Cuáles son las zonas más afectadas.
En la actualidad, hay desplegados 19 sensores en toda la provincia para monitorear la calidad del aire en tiempo real, en un esfuerzo por medir los efectos de la quema de caña y la sequía sobre la atmósfera local, que durante julio y agosto se intensificaron ante la falta de lluvias común en esta época del año.
Esta investigación está liderada por el Laboratorio de Estudios Atmosféricos (LEA), en colaboración con el Instituto de Química Inorgánica (Inquinoa) y apoyados por un equipo de investigadores del Conicet, en conjunto con la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
Facundo Reynoso Posse, investigador del Conicet y estudiante de doctorado especializado en calidad del aire, explicó la importancia de estos dispositivos, que permiten a la población acceder a datos actualizados sobre el aire que respiran.
"Estos monitores miden la cantidad de material particulado en suspensión en la atmósfera, que puede afectar la salud, especialmente en personas con patologías preexistentes como asma o Epoc", explicó Reynoso Posse.
Uno de los grandes desafíos es la precisión de los datos, ya que muchas de las estimaciones de calidad del aire provienen de imágenes satelitales, que pueden tener márgenes de error. “Lo que estamos haciendo en el laboratorio es afinar estos datos para que la población tenga acceso a información más real y precisa", detalló el investigador.
El material particulado es uno de los principales contaminantes atmosféricos, compuesto por una mezcla de polvo, humo y otras partículas. En épocas de sequía y quema de caña, estas partículas se elevan considerablemente.
Según Reynoso Posse, el monitoreo en tiempo real ha mostrado niveles preocupantes en algunas zonas de Tucumán, como Villa Carmela y Bella Vista, donde las concentraciones de material particulado han superado los 30 microgramos por metro cúbico (µg/m³), un valor que duplica la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 15 microgramos por metro cúbico. Por lo tanto, una exposición de 30 µg/m³ es considerablemente alta y representa un riesgo significativo para la salud de la población tucumana.
"Es importante no alarmarse por valores puntuales. Lo que realmente afecta a la salud es el promedio de exposición a largo plazo", indicó el especialista en La Gaceta. Sin embargo, advirtió que durante esta temporada de quema de caña, los valores tienden a ser más altos, lo que podría tener efectos negativos, especialmente en personas vulnerables.
Además de medir el material particulado, el equipo del Conicet está desarrollando nuevas líneas de investigación, como el análisis del transporte de microplásticos y patógenos a través del aire, en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y otras instituciones.
Uno de los objetivos del proyecto es que la población pueda acceder a los datos en tiempo real a través de la plataforma "Breath To Change", donde se pueden consultar los niveles de calidad del aire en diferentes zonas de la provincia. La iniciativa ha sido reconocida internacionalmente, ganando un premio de la Universidad de Chicago, que ha permitido la expansión y sostenibilidad del proyecto.
En cuanto a las soluciones, Reynoso Posse hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana: "No debemos generar focos de incendio, ni siquiera quemar basura u hojas. Las condiciones meteorológicas actuales son extremadamente propicias para la propagación de incendios".
Finalmente, destacó la necesidad de continuar colaborando con las autoridades locales para aplicar políticas que reduzcan la contaminación atmosférica en la provincia. "Es crucial que esta información no solo sea de acceso público, sino que también se utilice para tomar decisiones que mejoren la calidad de vida de la población", concluyó Reynoso Posse.
La contaminación atmosférica causa una de cada nueve muertes en el mundo, y es la mayor amenaza medioambiental para la salud humana. Según la OMS, es responsable de unos siete millones de muertes prematuras al año en todo el mundo.
Según precisaron especialistas de la OMS, “la exposición a la contaminación atmosférica por PM2,5 provoca y agrava numerosos problemas de salud, como el asma, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades pulmonares. Además, la exposición a niveles elevados de partículas finas puede perjudicar el desarrollo cognitivo de los niños, provocar problemas de salud mental y complicar enfermedades ya existentes, como la diabetes”.
La materia particulada o PM (por sus siglas en inglés) 2.5 son partículas muy pequeñas en el aire que tiene un diámetro de 2.5 micrómetros (aproximadamente 1 diezmilésimo de pulgada) o menos de diámetro.
Con un tamaño menor que el grosor de un cabello humano, la materia particulada es una mezcla que puede incluir sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales, y es uno de los criterios de contaminantes del aire que se toman en cuenta para hacer estos estudios.
Fuente: El Tucumano