Es uno de los negocios ilegales más lucrativos a nivel mundial. No sólo pone en peligro a las especies, que pueden entrar en peligro de preservación, sino también a las personas, quienes pueden contraer graves enfermedades. Las multas son millonarias.
A nivel mundial, el tráfico de vida silvestre es el cuarto negocio ilícito más lucrativo, y la segunda causa de pérdida de biodiversidad. Y Mendoza no está exenta de esta preocupante realidad, que termina por convertirse no solo en un ilícito sino, además, en una amenaza para estos animales, así como también para las personas, ya que muchos de estos ejemplares pueden ser vectores de transmisión de enfermedades.
Según destacaron desde el Departamento de Fauna Silvestre de la Provincia, en los últimos 10 años, en Mendoza se ha trabajado en más de 5.000 actuaciones que involucran a fauna silvestre. Y, como resultado de estas intervenciones, han rescatado más de 16.000 animales provenientes del tráfico de estas especies.
En muchos casos, estos animales son derivados a centros de rescate ubicados en Mendoza para su rehabilitación y, de ser posible, su posterior liberación. No obstante, también hay episodios en que las condiciones en que estos animalitos ingresan impiden siquiera pensar en un posible regreso a su hábitat natural.
Aquellos animales que no podrán escapar de una vida de cautiverio -dado el estado al que los condenó el tráfico ilegal- suelen ser derivados a santuarios e, incluso, existe a nivel nacional una red para articular derivaciones.
En los últimos días, por ejemplo, el Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza trasladó al Centro de Conservación de Vida Silvestre (Ccvs) de San Luis a 35 aves silvestres rescatadas en distintos operativos realizados en Mendoza.
De ellos, 30 eran ejemplares de “Rey de Bosque”, cuatro cardenales copete rojo y uno era un “Soldadito común”.
Otro de los posibles -y tristes- desenlaces que suelen encontrar los animales silvestres rescatados en distintos operativos de fauna ilegal es el de muerte. Ello causado por el mal estado en el que llegan o son rescatados, teniendo en cuenta que muchos de estos ejemplares han permanecido bajo malas condiciones de bienestar animal o han sido víctimas de la caza furtiva.
Aves, el principal blanco
El jefe del Departamento de Fauna Silvestre de Mendoza, Adrián Gorrindo, destacó que, a nivel provincial, 75 por ciento de los animales rescatados son aves. En ese sentido, la principal especie traficada es el Siete Cuchillos o picahuesos (Saltator aurantiirostris, según su nombre científico), seguido por distintas especies de jilgueros.
En tanto, 24por ciento de los ejemplares que suelen rescatarse en los procedimientos son mamíferos. Y aquí, entre los más preciados por los delincuentes, se destacan la vizcacha (Lagostomus maximus) y el piche (Zaedyus pichiy). El uno por ciento restante de las especies más rescatadas, en tanto, corresponde a anfibios y reptiles (la más común es la tortuga de tierra).
De acuerdo al veterinario de Fauna Silvestre, Juan Pablo Coniglione, las aves provenientes del tráfico de fauna suelen presentar signos y lesiones que evidencian precisamente el maltrato al que han sido sometidas.
“Muchas llegan con lesiones en su frente y pico por querer escapar de las jaulas, y las que logran sobrevivir un tiempo en esos espacios, presentan secuelas como atrofias musculares y lesiones en patas, producto de estar en pisos inadecuados”, destacó Coniglione.
Además, resaltó que los tenedores de fauna silvestres suelen ignorar el riesgo al que ellos mismos están expuestos y referido a la posibilidad de contraer enfermedades zoonóticas. Incluso, son situaciones a las que suelen exponer a los integrantes de su familia e, incluso, a niños que adquieren estos ejemplares como mascota y como si fueran regalos de fiestas de fin de año.
Los animales rescatados en estos procedimientos no necesariamente son originarios de la provincia, sino que muchas veces son ingresados provenientes desde el resto del país y con intenciones de comercializarlos en Mendoza.
Multas millonarias
El director de Biodiversidad y Ecoparque de Mendoza, Ignacio Haudet, indicó que, en caso de que se identifique a una persona en un caso de maltrato y crueldad animal contra la fauna silvestre, se inician actuaciones judiciales contra el infractor.
Además, se aplican importantes multas que pueden llegar a los seis millones de pesos, como ocurrió hace unos meses con del traficante de cardenal amarillo que fue sancionado en General Alvear.
“El trabajo en conjunto con las fuerzas de seguridad, justicia y diferentes aliados privados junto al gran aporte de la sociedad en general hace que el flagelo sobre la fauna silvestre pueda tener respuesta desde los diferentes organismos. El trabajo que se viene desarrollando con el resto de las provincias es cada vez más notorio y pone en valor el cuidado de la biodiversidad”, resaltó Haudet.
En el caso de las aves protegidas, la multa económica es de unos 400.000 pesos por ejemplar, y puede variar según la gravedad del hecho.
Traslado a San Luis
Las 35 aves que fueron trasladadas a San Luis en los últimos días comenzaron su recuperación en Mendoza, luego de ser rescatadas gracias al trabajo conjunto con el Ministerio de Seguridad y Justicia y a la colaboración ciudadana.
En un principio fueron alojados en el centro de rescate de YPF en Luján de Cuyo y ahora estarán en San Luis hasta que completen su adaptación y se analice el posible regreso a sus hábitats.
Las aves rescatadas
Rey del bosque. Esta especie se encuentra en zonas de monte en el Noreste y Centro-norte de San Luis. Se desplaza en pareja o en pequeños grupos familiares y es fácilmente identificable por su plumaje: cabeza y dorso negros, hombros y vientre amarillo brillante y alas negras con manchas blancas.
Debido a su canto melódico, el Rey del Bosque es frecuentemente capturado para su venta en el comercio ilegal, una práctica que pone en riesgo tanto la especie como los ecosistemas donde habita.
Cardenal copete rojo. El cardenal copete rojo es considerado un símbolo de la región y habita en diversos ambientes, desde bosques y pastizales hasta zonas periurbanas. Su característica más distintiva es el copete rojo, acompañado por un pico de tono marfil, plumaje negruzco en las alas y la cola y cabeza y pecho de un rojo intenso.
Estas aves construyen sus nidos en ramas de arbustos o árboles, donde colocan tres o cuatro huevos verdes con pintas castañas. Los pichones permanecen en el nido entre 10 y 14 días antes de emprender vuelo.
Cómo denunciar
Desde Fauna Silvestre de Mendoza resaltaron que el tráfico ilegal de fauna silvestre genera graves daños ambientales y pone en peligro la supervivencia de numerosas especies. Por esto mismo es que instan a la población a colaborar denunciando cualquier caso de tráfico o mascotismo.
Para obtener mayor información o denunciar tenencia ilegal de fauna silvestre, hay que comunicarse con el Departamento de Fauna Silvestre al correo [email protected], o a los teléfonos 261 5182481 y 261 3853400, interno 3411, de 8 a 13.
También se puede realizar la denuncia al 911 (Base de Policía Rural de Mendoza).
Fuente: Los Andes