Esta semana se conoció el acuerdo entre Bioceres y Havanna, que generó indignación en la periodista y ambientalista que encabezó en su momento la campaña para que no se lleve a cabo el acuerdo porcino entre China y Argentina. Es que bajo el argumento de reducir la huella de carbono, según su visión, cambian la harina por trigo transgenizado para soportar un herbicida más tóxico que el glifosato y ofreciéndolo como una apuesta a la sustentabilidad. Cabe recordar que el trigo HB4 viene generando polémica desde la aprobación comercial 'inconsulta' que le dio el gobierno de Alberto Fernández el año pasado.
La alianza estratégica entre la empresa argentina Bioceres y Havanna, que se conoció ayer y por la cual la reconocida elaboradora de alfajores (entre otros) producirá sus alimentos con el trigo HB4 tolerante a sequía, despertó la polémica.
El objetivo con el que se presenta el acuerdo es reducir la huella de carbono, ya que el trigo HB4 permite un uso más eficiente del agua y una mayor fijación de CO2 que un trigo convencional.
"Los productos se elaborarán bajo la marca Havanna y contarán con el más alto grado de información al consumidor respecto de la zona de origen del trigo, la huella ambiental generada, y otros datos derivados del sistema de identidad preservada establecido para la producción de trigos HB4", comunicaron ambas empresas.
Federico Trucco, CEO de Bioceres, explicó tras darse a conocer el acuerdo que esperan "lograr un salto evolutivo en la relación del consumidor con el campo, dotándola de mayor transparencia y capacidad de respuesta".
Pero esto que se presenta como un salto de calidad para el consumidor y para el ambiente invoca otras miradas no tan "amigables".
Una de ellas es de la reconocida ambientalista, periodista y escritora Soledad Barruti, quien encabezó en su momento la campaña para que no se lleve a cabo el acuerdo porcino entre China y Argentina.
Desde 'Instagram', Barruti calificó al acuerdo entre las empresas como "un nuevo experimento propuesto por una industria que hasta ahora solo nos dio más venenos, más desastres sobre la tierra y más comestibles horrendos".
Y explicó: "Ahora lo hacen metiéndose aún más adentro de este coso icónico -un alfajor que ya tenía bastantes problemas- cambiando la harina por trigo transgenizado para soportar un herbicida más tóxico que el glifosato -el glufosinato de amonio- y ofreciéndolo como una apuesta a la sustentabilidad".
Con duras palabras hacia la agroindustria nacional, la periodista argumenta que "el 60 por ciento de las tierras cultivables de Argentina ya están ocupadas de cultivos transgénicos. No solo no solucionaron el hambre ni nos dieron mejores alimentos. Extendieron la pobreza y aumentaron los venenos en solo 20 años un 1.000 por ciento".
"Este trigo viene a profundizar todo eso, de la mano de un comestible re simpático como el alfajor y de una marca re aspiracional como Havanna", afirma Barruti.
Fuente: Urgente 24