Alberto Suefferheld, director de Manejo del Fuego, explicó en TN que la falta de lluvia juega en contra. Hay un equipo especial de Prefectura que busca evitar nuevos focos intencionales.
El fuego no da tregua en el delta del Paraná: la quema intencional de pastizales, que comenzó hace diez días, ya provocó que 90 mil hectáreas quedaran hechas cenizas.
Alberto Suefferheld, director de Manejo del Fuego, explicó que las condiciones climáticas no ayudan: "Estamos viviendo una gran sequía en el norte del país que afecta al río Paraná y el Delta. Eso se suma al déficit de lluvia. La vegetación está cada vez más seca. Eso hace que el fuego corra con mayor rapidez".
"Por imagen aérea consideramos que ya se quemaron 90 mil hectáreas. El delta tiene una extensión de un millón de hectáreas", comparó el especialista.
En consecuencia, la ministra de Seguridad Sabina Frederic le ordenó a la Prefectura que envíe un equipo de Albatros para que acampe en el lugar y evite nuevos focos de incendios.
Sin embargo, esa tarea se complicó porque, ante el avance del fuego, los agentes debieron trabajar en la zona de viviendas de los pescadores para conseguir alejar las llamas de allí.
Suefferheld recordó que las provincias del delta del Paraná castigan estos hechos: "No están autorizadas las quemas en Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. La Justicia investiga si fueron intencionales".
Pero, mientras tanto, los focos intencionales se replican, se extienden a otras áreas y se hacen por momentos incontrolables. Esta semana, sin lluvias previstas, tendrán que redoblar los esfuerzos.
Fuente: TN.-