El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje que tiene como objetivo concienciar a la población acerca de la utilidad de esta herramienta sencilla y al alcance de todos para la mejora del medio ambiente. Se inició en Texas en el año 1994, luego se unió México en el año 1998 y desde ese momento la necesidad de impulsar el reciclaje se extendió a todos los países del mundo, registró AIM.
Entendemos por reciclaje el proceso por el cual un producto ya utilizado, en principio destinado al deshecho, es procesado para que pueda ser reutilizado, disminuyendo así el impacto medioambiental de nuestros hábitos de consumo. El vidrio, el papel y el metal son, por el momento, los materiales que más habitualmente se reciclan.
Una vía para la mejora en la práctica del reciclaje, es el conocimiento de los medios a nuestro alcance. Además de los habituales contenedores para el papel, los residuos y los restos orgánicos, existen los llamados ‘puntos limpios’, en los que se recogen aquellos residuos que no pueden o deben ser arrojados a los contenedores de basura, ya sea por su volumen -muebles, escombros, chatarra…- o su peligrosidad. Éstos últimos, a los que se debe poner especial atención, son los tubos fluorescentes, los envases de productos higiénicos, los medicamentos caducados o las pilas y otros tipos de baterías entre otros.
Origen
El Día Mundial del Reciclaje se inició en Texas en el año 1994, luego se unió México en el año 1998. Y a partir de ese momento la necesidad de impulsar el reciclaje se extendió a todos los países del mundo.
Entonces, la iniciativa de celebrar el 17 de mayo como el Día Internacional del reciclaje tiene como fin promover entre los ciudadanos del globo una mayor responsabilidad sobre la materia y los desechos que dañan la naturaleza.
Por el mundo
En el mundo hay muchos sistemas de separación de residuos catalogados por colores o materiales diferenciados. En el caso argentino la separación se hace básicamente en tres: orgánicos (compost), reciclables o secos (papel, cartón vidrio, tetra, plástico, latas) y residuos húmedos (residuos higiénicos, papel, cartón mojado o sucio, vidrios rotos).
Bolsas para contener a los residuos hay dos: la verde para reciclables que recolectan las cooperativas de Recuperadores urbanos o se depositan en puntos verdes de recolección voluntaria (contenedores de uso exclusivo) o entidades recolectoras y la bolsa negra (húmedos)que sigue el sistema de recolección habitual diaria.
Brasil es un modelo muy similar a la Argentina por la existencia también de recuperadores urbanos en el proceso.
Es importante remarcar que cada uno de nosotros es responsable de los residuos que genera y por lo tanto de su trazabilidad y disposición final adecuada.1- Reaccionar y tomar conciencia de la urgencia y el compromiso que requiere el “tema basura” en todo el país.
2- Rechazar consumir indiscriminadamente packaging, envases, bolsas de plástico y todo lo que NO se recicla.
3-Rediseñar hábitos de consumo, separar residuos en casa, en la empresa, institución o barrio.
4- Reducir el uso de energía y de agua.
5- Reutilizar todo lo que se pueda.
6- Reciclar y darle a un recurso otro ciclo productivo.
Consejos para mejorar tus prácticas de reciclaje
Por suerte el reciclaje es una práctica cada vez más común alrededor del mundo, sin embargo hay formas de potenciar su impacto y hacerla más eficiente que la mayoría no conocemos.
Recordemos que la esencia del reciclaje es generar ciclos dinámicos alrededor de los materiales que utilizamos, con lo cual reducimos el desecho y nos ahorramos una buena porción de los materiales vírgenes (que generalmente proceden de recursos naturales, algunos de ellos no-renovables).
Más allá de separar cuidadosamente nuestra basura de acuerdo a materiales, lo cual ya implica un loable proceso de materialización de conciencia mediante un poco de disciplina cotidiana, existen distintas acciones o nociones complementarias que pueden hacer de tu reciclaje una práctica aún más benéfica.
Antes de Reciclar (Reduce y Reutiliza)
Antes de volcarte a reciclar debes recordar que hay dos pasos previos, de algún modo preventivos, a esa tarea: reducir y reutilizar. De algún modo el organizar tus desechos para reciclarse es una práctica que inicia cuando ya no hay más remedio, pero antes sería bueno que revisaras tus patrones de consumo, reduciéndolos al máximo sin que ello implique “precarizar” tu vida. Después, hay que considerar qué de lo que vamos a tirar a la basura podría reutilizarse y así evitar algunas futuras compras. Tras estos dos pasos entonces ya podemos aplicarnos en reciclar de la manera más inteligente posible.
Compra cosas recicladas
Actualmente ya existe un mercado, aún pequeño pero cada vez más diverso, que utiliza empaques o materiales reciclados. En la medida en que favorezcas los productos incluidos en este circuito entonces los insumos reducirán sus costos (y por lo tanto los productos) lo cual fortalecerá el mercado de reciclados y, simultáneamente, la cultura en torno a esta práctica.
¿Qué materiales recicla tu municipio?
Es fundamental conocer cuáles son los materiales cuyo destino es el reciclaje a gran escala. Esto te permitirá priorizar en ellos a la hora de separar tu basura y, más allá de un grato sentimiento de responsabilidad ambiental, realmente estarás participando, de manera activa, en un gran ciclo dinámico de material.
Composta
Si bien se nos enseña que la división principal de basura es entre orgánica e inorgánica, lo cierto es que no muchas ciudades aprovechan la primera. Generalmente, como no logran capitalizarla (por falta de conocimiento, tiempo o infraestructura), terminan reuniéndola con los materiales inorgánicos que no se destinan al reciclaje (aquello cuyos procedimientos de reciclaje son o muy complejos o muy costosos). En este sentido que mejor que crear tu propia compota casera, y eventualmente aprovecharla para crecer una hortaliza casera o, en su caso, para alimentar tus plantas ornamentales con tierra de primera calidad.