Las mujeres son asesinadas. Una cada 27 o 28 horas. Así lo informan los distintos observatorios como el Marisel Zambrano o Ahora que sí nos ven o Mumala, así como organizaciones feministas que llevan un registro de los asesinatos de mujeres en circunstancias de violencia de género. Por Sandra Miguez.
Pero cada historia no es un caso. Es un grito desesperado que dice: “Paren de matarnos!”
De acuerdo al registro nacional de feminicidios que elaboran estas organizaciones a partir de medios gráficos y digitales, el Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven” informó que cada 28 horas se produce un feminicidio en el país.
Entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año hubo 104 feminicidios y 75 intentos de femicidio, según el informe Mumalá.
De los 104 feminicidios, 31 fueron femicidios vinculados, que son aquellos femicidios que se llevan a cabo para dañar a la mujer que es víctima de violencia machista.
Las estadísticas que llevan distintos Observatorios – y que deben servir para diseñar políticas de protección- indican que el 60% de los femicidios fueron cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas y en el 62% de los casos esto sucede en la vivienda de las víctimas.
En lo que va de 2022 al menos 93 niñas y niños perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista.
La situación de Entre Ríos es preocupante ya que se encuentra dentro de las provincias que registra mayor cantidad de casos, en relación a la proporción poblacional. En este sentido la mayor cantidad de feminicidios se han registrado en Buenos Aires con 25 asesinatos, Córdoba y Santiago del Estero con 8 mujeres asesinadas -respectivamente- y luego Entre Ríos y Santa Fe con 6 feminicidios en cada jurisdicción.
En Entre Ríos de los seis femicidios, 4 fueron directos, uno vinculado y un transfemicidio.
Feminicidios, feminicidios vinculados
El 18 de enero se produjo un feminicidio vinculado en la localidad de Colón: Un sujeto de 61 años hirió con un arma blanca a la actual pareja de su ex pareja. La víctima, de 59 años, fue hallada sin signos vitales.
El 1 de febrero en la localidad de San José, departamento Colón, muere Abigail producto de las quemaduras que recibió. Tenía 27 años y era mamá de tres niños. Su victimario era la pareja de la víctima, Matías Gabriel Enriquez.
El 30 de marzo, Fernanda Lopez, una joven trans de 33 años, fue asesinada a puñaladas s, en Concordia, oriunda de la República Oriental del Uruguay.
El 10 de abril, en María Grande, Maria Belén, de 25 años fue asesinada por su pareja, mientras caminaba por la vía pública.
Otras situaciones de violencia tienen que ser investigadas a fondo por el sistema judicial como el asesinato de Fabiana Luque, de 51 años, oriunda de Sajaroff, departamento Villaguay, que se encontraba en Colón en compañía de quien era su pareja que está siendo investigado, luego que Fabiana muriera a raíz de las quemaduras que sufrió.
También la justicia deberá aclarar el caso de Jésica Pérez, una joven de 26 años, embarazada de 8 meses, que fue hallada sin vida ahogada en la pileta en su casa del barrio de la Terminal de Ómnibus en la ciudad de Gualeguaychú. El hecho fue en horas del mediodía del lunes 14 de febrero y se investiga si se produjo en circunstancias violentas.
Hubo varios intentos de feminicidios como el que perpetró Román Aguilar (35) sobre su ex pareja, Priscila, a quien citó para entregarle el dinero de la cuota alimentaria en la localidad de Viale. Bajo ese pretexto la agredió con ácido y debió ser hospitalizada.
Reclamos pendientes
A siete años del primer grito de “Ni Una Menos”, las distintas organizaciones del movimiento feminista van a volver a exigir políticas públicas integrales con inversión económica y humana por parte del Estado, para erradicar las múltiples formas que tiene la violencia de género. Entre los reclamos puntuales está declaración de Emergencia Nacional en violencia de género.
Entre los puntos principales de los documentos a los que se dará lectura en cada punto del país y de esta provincia, también se advierte sobre la forma en que la pobreza, la precarización y la falta de oportunidades influyen en la vida de las mujeres y disidencias y sobre los obstáculos en el acceso a trabajos formales que afectan la autonomía económica. Las organizaciones señalan que es indispensable y urgente que en casos de violencia las víctimas, puedan hacer frente y cubrir sus necesidades básicas para poder salir de los círculos de violencia y de los lugares en donde muchas veces se ven obligadas a convivir con sus agresores.
Bajo la consigna de #NiUnaMenos, este 3 de Junio habrá una nueva manifestación masiva, también contra la desocupación y la indigencia como factores que contribuyen a la feminización de la pobreza y a la profundización de las desigualdades, que no son otra cosa que otras formas de expresión de esas violencias.