Desde el radicalismo de Paraná se advirtió en un documento al que accedió AIM que el nombramiento del coordinador de Movilidad y Habilitaciones de Paraná, Sebastián Lischet, “se contrapone expresamente con las normativas vinculadas al transporte público de pasajeros y específicamente la ordenanza de concesión respectiva, toda vez que el citado funcionario es hijo del gerente general de la empresa ERSA, Marcelo Lischet, y a su vez también es empleado de la misma, es decir, forma parte de los intereses contrapuestos a los del Estado municipal y por ende de todos los paranaenses”.
Los dirigentes del radicalismo reprocharon que “de dicha designación surge una incompatible connivencia que perjudicaría la defensa de los intereses de la Municipalidad y pone bajo sospecha una relación indebida, ilegítima y en franca contraposición de las normativas que regulan la relación con las empresas concesionarias del transporte público de pasajeros en la ciudad”.
La oposición también ironizó respecto a dicha designación al manifestar que “ahora empiezan a tener explicación algunas conductas de los empresarios cuando en la última etapa de la gestión del ex intendente Sergio Varisco, alentaban o se desligaban de responsabilidades propias o cuanto menos mantenían una actitud de pasividad extrema ante los furiosos paro de choferes de colectivos en los que nunca hubo responsabilidad del gobierno municipal y en los que el pueblo de Paraná fue rehén durante varios días”
Finalmente desde la UCR afirmaron que “las máscaras de la mentira empiezan a caerse y dejan al descubierto cómo jugaron los actores de aquel momento y obviamente cual ha sido la retribución por tan deleznable colaboración política” aseguraron.