Con una brutal caída de la actividad que llegó a más de 70 por ciento en el país y la provincia en los primeros meses de la pandemia de Covid 19, y una suba de magnitud en los costos, las obras sociales provinciales y nacionales profundizan problemas de vieja data, que ponen en riesgo su normal funcionamiento y el sistema solidario de salud. “El servicio de salud tiene un problema de costos de larga data por cuestiones que exceden a la inflación general, por ejemplo, los insumos y tratamientos dolarizados”, afirmó a AIM la militante social Alejandra Gervasoni. El caso Osplad.
La docente también señaló que “las subas constantes se dan en un escenario de desbalance de tiempos”, y destacó “la preocupación de trabajadores que se expresan en diferentes ámbitos como redes sociales u otros espacios, sobre la necesidad de una obra social que atienda las problemáticas de la salud para ellos y los familiares que tienen a cargo”.
La profesora también se refirió a “las contingencias que siguen padeciendo los afiliados de la Obra Social para la Actividad Docente (Osplad), que hace tiempo que viene presentando graves deficiencias y suspensiones en sus prestaciones. Esta situación perjudica fuertemente a los docentes jubilados y activos que cumplen responsablemente con sus aportes, que representan cientos de millones de pesos al año”.
Entre convocatorias de acreedores y funcionarios ineficientes que se perpetúan en sus cargos, los afiliados de Osplad no reciben propuestas de fondo. “Da la impresión que los directivos de esta obra social pretenden que los trabajadores activos y jubilados de la educación se conformen con soluciones temporales y limitadas. Inconvenientes para internaciones, para tratamientos oncológicos, demoras en las autorizaciones para urgencias, atrasos en los reintegros, cortes en el servicio de farmacias son, entre otras, las situaciones que se van presentando en toda la geografía provincial. Basta ver cómo inundan las redes sociales los afiliados entrerrianos, que advierten que para solicitar un medicamento deben escribir a un número de Whatsapp que, por su característica, es de Buenos Aires”, ironizó.
Gervasoni denunció que “hace bastante tiempo, por no decir varios años, que la obra social Osplad dejó en total desamparo a sus afiliados. Quienes han estado al frente de esta prestadora de salud no dieron ni dan explicaciones sobre por qué del estado de situación actual. Nos preguntamos: ¿qué pasó con los recursos que han aportado los trabajadores, a lo largo de su trayecto laboral? Los afiliados deberían pedir a través o mediante la Ley de información pública, información respecto de que pasó con los recursos de la obra social, por ejemplo”.
Para la docente, “los directivos que estuvieron al frente de Osplad deberían dar explicaciones sobre lo que sucedió con esta organización. Pedir que se derive a los afiliados a otra obra social es muy fácil. Y con eso deslindan responsabilidades. Antes, fueron los empleados del Banco de Entre Ríos y los Bomberos los que pidieron entrar a Iosper sin haber hecho nunca ningún aporte. Y ahora, ocurre lo mismo con los afiliados a Osplad ”.
Cómo se sostienen las obras sociales provinciales
Las obras sociales provinciales, como el caso del Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper) “se financian con los aportes de los trabajadores y empleadores. Cada trabajador en relación de dependencia, si tiene una obra social sindical, aporta un tres por ciento de su sueldo para financiarla, y su empleador suma otro seis por ciento. Ya sabíamos, antes que se desatara esta pandemia, que el sistema está colapsado y en cualquier momento se funde. Por eso reclamamos tomar medidas en conjunto para garantizar el sostenimiento del sistema solidario de salud. Si no alcanza el nueve por ciento de aporte entre la retención del empleado, y lo de la patronal, menos aún alcanza el 7,5 por ciento que tiene Iosper”, advirtió.
De la Redacción de AIM.