Wim Dierckxsens y Walter Formento son autores del artículo "Coronavirus y la guerra de Big Data", publicado originalmente en rebelión.org y reproducido luego en varios medios alternativos de todo el mundo.
Dierckxsens tiene 74 años; es holandés, pero vive en Centroamérica desde 1971. Es coordinador de investigación del Foro Mundial de Alternativas y miembro del Departamento Ecuménico de Investigaciones en Costa Rica.
Walter Formento es un sociólogo argentino, profesor de la Universidad Nacional de La Plata y especialista en geopolítica.
No hay arreglo
Para ellos la crisis de la que el coronavirus es pantalla se inició en los primeros años de la década del 90 del siglo pasado. Evidencia la imposibilidad del capital financiero de encontrar solución a los problemas que él mismo creó, resumidos popularmente en la expresión "timba financiera" y sus consecuencias.
Hace tres años, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con su frase de campaña "América primero" procuró salir de la “crisis norteamericana” por cualquier medio, sin importar los costos.
Para Formento y Dierckxsens Trump expresa como contradicción principal un nacionalismo industrialista enfrentado a la oligarquía financiera global. Sus puntos de vista son disidentes del llamado "Estado profundo", que retiene en sus manos el poder real, dominante en las cúpulas del Partido Demócrata norteamericano, de la City Financiera de Nueva York y de la Otan.
Trump habría acordado para ejercer la presidencia y esquivar el juicio político y otras adversidades, una coalición con la oligarquía continentalista norteamericana, con la intención de debilitar al globalismo. En síntesis: globalismo contra continentalismo, industrialismo contra especulación financiera.
"Aunque las apariencias de la guerra comercial engañan, el premier chino, Xi Jimping y Trump están ambos enfrentados a los globalistas financieros, aunque por objetivos diferentes; por ello cooperan en ciertos hechos como los que hacen a los golpes financieros de la Reserva Federal y a Wall Street, la City de Nueva York".
El artículo se desliza al terreno tecnológico para destacar la pugna por el liderazgo en el 5G como lucha por la dominación en el ámbito de los Grandes-Datos (Big-Data), que consideran los verdaderos motivos de la guerra comercial que Washington mantiene con Pekín.
El plan del globo
Los intereses globalistas financieros buscan coordinar las cities del mundo con centro en una oligarquía financiera global, crear un banco central de los bancos centrales.
Esta coordinación les debe servir para dominar el mundo e imponer su concepción elitista global de poder: un gobierno global sin ciudadanos ni Estados nacionales como los surgidos de la paz de Westfalia a fines del siglo XVII
Los globalistas, enfrentados a Trump, esperan ofrecerse como salvadores de la economía mundial de una depresión que ellos mismos están provocando.
Una crisis a medida
Desde la reserva federal de los Estados Unidos, un banco central privado creado hace un siglo, dominado por un puñado de banqueros que tienen la facultad de imprimir dólares a piacere, los globalistas construyeron una crisis de “recesión con depresión” en la economía norteamericana. La finalidad es impedir la reelección de Trump en noviembre venidero. Pero no lograron mermar decisivamente la popularidad del presidente, débil en las costas pero fuerte en el centro. Por eso lo sometieron a ´impeachment´ o juicio político; pero como también fracasaron apelaron a otra carta: la guerra bacteriológica, el Covid 19, tras descartar la alternativa más estruendosa de la guerra nuclear, que fue la intensión al asesinar al general iraní Qasem Soleimani en el aeropuerto de Bagdad.
El propósito de la gran movida basada en el virus es responsabilizar a Trump de la crisis económica y del descontrol sobre la pandemia ante un público propenso al pánico, manipulado por los grandes medios de comunicación.
La administración del miedo
El pánico generado por los medios de comunicación, que machacan sin cesar sobre las características terroríficas de la peste, que amplían todos los dias, provocó el cierre de las escuelas y universidades, de las fábricas y comercios y la reclusión de la población mundial en sus viviendas. Jamás antes se puso en cuarentena a los sanos ni se generó en ellos un temor cuyo efectos superan a los de cualquier virus catarral.
Según Dierckxsens y Formento se trata del resultado de una crisis del sistema, que amenazó varias veces, en particular en 2007, para concretarse ahora. Otros analistas la ven desde otra perspectiva como una crisis final, provocada por el exceso incontrolable de especulación financiera. De ella surgirá un mundo nuevo, muy diferente del que conocimos, y penosamente parecido al que siguió a la crisis desatada el "viernes negro" del 24 de octubre de 1929.
Amir ve futuro
Para el economista egipcio Samir Amir "el otoño del capitalismo no coincide automáticamente con la primavera de los pueblos. Una distancia los separa, lo que le da a nuestra época un tono dramático que conlleva los peligros más graves. Pero la implosión económica cortinada por la peste debe entenderse, para Amin, como un allanamiento del camino hacia el abandono de las reglas de la gestión económica liberal en beneficio de proyectos soberanos que dan lugar al progreso social; y hacia la construcción de un sistema de mundialización policéntrica.
La política y el resto
"Coronavirus y guerra de Big Data" trata de cuestiones que suelen flotar muy por sobre las cabezas ocupadas en las disputas políticas al por menor, por ahora habituales.
Se limita sin duda intencionalmente a cuestiones económicas, pero sale del campo propio hacia el de la dominación de la población mundial y posiblemente hacia la generación tecnológica de una realidad nueva, cercana a las ideas de los transhumanistas, que parecían hasta ayer de ciencia ficción.
Se puede echar de menos algunas consideraciones de otra índole, relacionadas por ejemplo con la idea del profesor quechua peruano Intisunqu Waman -que no es suya- de "la pudrición ontológica del mundo", que se ha acelerado de manera evidente al punto que supera la comprensión de mucha gente, que no puede dar sentido a lo que vive. Por otra parte, la postura tradicional de Intisunqu contradice también las esperanzas de Amin de ver de inmediato un mundo mejor tras las ruinas que el actual deje tras de sí.
La articulación entre los ámbitos económico y metafisico es arriesgada, porque los liberales y sus satélites ideológicos de izquierda y derecha han impuesto sus análisis como modelo único de realismo político y han obligado a desechar todo lo demás como especulaciones o ensoñaciones sin valor.
Los análisis se reducen entonces a estudiar las crisis del mundo moderno con las categorías de pensamiento surgidas en el ámbito liberal desde la Ilustración. Así las conclusiones no deben superar el marco donde están confinadas y las estructuras de dominio no sufrirán riesgo por audaces que sean las conclusiones, por ejemplo las posmodernas, que son un episodio dentro del pensamiento de origen europeo.
Por eso la renovación, en la medida en que sea posible todavía el aire fresco, puede venir de las concepciones propias de los pueblos de Abya yala o de las que subsisten de civilizaciones distintas de la occidental moderna, que es un perro que se muerde la cola hasta caer en el agotamiento.
De la Redacción de AIM.