Sin tiempo que perder, el presidente Javier Milei pisa el acelerador en dos direcciones, ambas anunciadas el viernes en el fuerte discurso con el que dio por iniciadas las sesiones legislativas.
Con el aval presidencial, el jefe de gabinete Nicolás Posse, y los ministros Guillermo Francos (Interior) y Luis Caputo (Economía), se reunirán este lunes para comenzar a delinear la estrategia para volver a buscar la aprobación de la “parte sustancial” de la ley Bases (retirada durante su debate en particular en la Cámara de Diputados) y el paquete fiscal, mientras avanzan a la vez en la convocatoria a gobernadores, representantes de partidos políticos y expresidentes para la proyectada firma de un acuerdo de diez puntos, bautizado por el Presidente como “Pacto de Mayo”.
En su discurso del viernes, Milei afirmó que había dado la orden a los tres funcionarios “a que, como primer paso antes de firmar el Pacto de Mayo, convoque a los gobernadores de todas las provincias argentinas a la Casa Rosada para firmar un preacuerdo y sancionar tanto la ley Bases como un paquete de alivio fiscal para las provincias”. Enseguida, destacó que “sancionadas ambas leyes, como muestra de buena voluntad, podremos empezar a trabajar en un documento común” basado en 10 principios, a ser firmados en Córdoba en el nuevo aniversario del primer gobierno patrio.
Durante el domingo, Francos desmintió que el pedido de aprobar la ley ómnibus y el pacto fiscal sean condición excluyente para la reunión de Córdoba, una estrategia que en la oposición calificaron de extorsiva para con los mandatarios provinciales. “El pacto es algo superior a una ley. El tratamiento de la Ley Bases exhibió un desacuerdo entre el Gobierno y los diputados. Tenemos que llegar a un acuerdo fiscal entre Nación y las provincias. Si tenemos estas herramientas podemos acelerar el proceso de desarrollo”, dijo el titular de la cartera de Interior a radio Mitre. Cerca del ministro agregaron a este diario que “no se trata de bajarle el precio al pacto, todo lo contrario, en el camino hacia el pacto tenés esas dos leyes, que el Gobierno vería como un buen gesto si se aprueban”, explicaron desde un importante despacho de la planta baja de la Casa Rosada.
La idea del Gobierno es lograr primero la aprobación de una parte de la voluminosa ley ómnibus (o Bases), que contiene las desregulaciones, las privatizaciones de empresas públicas, las facultades delegadas para el Poder Ejecutivo y un nuevo sistema de cálculo para las jubilaciones y pensiones. “Hay muchos temas ahí que los gobernadores están pidiendo, como la explotación minera y de gas”, explicaron fuentes oficiales. Luego, en el paquete fiscal, el Gobierno buscará insistir con la reversión de la cuarta categoría de Ganancias, eliminada por impulso del ministro de Economía, Sergio Massa, durante la campaña electoral del año pasado.
“El Gobierno está entregando bonos para complementar el haber jubilatorio. Entre los temas que pedimos tratar junto a la Ley Bases está la fórmula de las jubilaciones. El impuesto a las Ganancias estuvo siempre y fue un error quitarlo, existe en todos los países. Está dentro de los temas a tratar. Cuando se derogó, con fines meramente electoralistas, lo que se hizo fue desfinanciar a las provincias. Está previsto tratar Ganancias”, dijo Francos en la misma entrevista radial.
Más allá del apoyo que ya dieron algunos gobernadores aliados, como el entrerriano Rogelio Frigerio o el porteño Jorge Macri, los mandatarios provinciales oscilan entre la necesidad de negociar con el Gobierno y la desconfianza. “Así como el Gobierno dice que es innegociable el equilibrio fiscal, los gobernadores decimos que es innegociable e irrenunciable la defensa del federalismo”, afirmó el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz. Sin hablar públicamente, varios de los mandatarios alineados con el kirchnerismo (Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Sergio Ziliotto) se muestran reacios a aceptar la convocatoria, que se haría en grupos y por regiones, con el objetivo de “tratar las demandas específicas” de cada zona del país.
Fuente: LN