Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido

El clima hoy en:

-

- -

El dólar hoy: (BCRA)

$986,5 / $1026,

Política
Política

Dos veterinarios atienden gratis a animales de la calle

Ella vive en Moreno y él en San Juan. No se conocen, pero los une la profesión y el amor por los animales. Ambos se recibieron de veterinarios y decidieron llevar adelante una misión solidaria: rescatar aquellos animales que viven en las calles poniendo a disposición sus conocimientos y todo lo necesario para sanarlos.

Los separa la distancia pero los une el proteccionismo. Ella es de Moreno y él de San Juan
Los separa la distancia pero los une el proteccionismo. Ella es de Moreno y él de San Juan

Preocupados por la creciente superpoblación de animales en los centros urbanos -los cuales son abandonados en cajas apenas nacidos o descartados en estado moribundo- las historias de la médica boanerense Alicia Barreto y del doctor sanjuanino Rodolfo Dallazuana acortan la distancia y se encaminan detrás de objetivos comunes que dejan en un segundo plano el rédito económico de la vocación.

Y así como Alicia decidió invertir la plata de una indemnización para comprar un terreno en la localidad de Francisco Álvarez para armar un refugio, Rodolfo muchas veces saca plata de su bolsillo para castrar a los animales de gente de bajos recursos que ni siquiera pueden pagar la consulta.

Todo lo hacen con amor y sin recibir nada a cambio. Sueñan con que algún día los refugios dejen de ser necesarios y con que se pueda crear conciencia en los niños sobre el abandono y el maltrato animal.

Es tan sorprendente el trabajo que realiza Dallazuana que los proteccionistas de su ciudad decidieron proponerlo para que fuera declarado Ciudadano Ilustre, mientras que Barreto es reconocida por ser la heroína de los animales gerontes y discapacitados. Cada uno por su lado, pero ambos muy queridos y reconocidos en sus comunidades.

Alicia Barreto se confiesa amante de los animales desde pequeña y en diálogo con Infobae recuerda que el sueño de su infancia era cuidarlos. Como si hubiera decidido su destino con una regla de tres simple estudió veterinaria con ese único objetivo.

"Empecé a rescatar perritos en el barrio y llegaba a tener 5, 6, 7 perros en mi casa. Mis papás un poco me lo bancaban porque también les gustaban. Pero llegaba el momento en que tenía que darlos en adopción y tratar de ubicarlos era toda una situación", recuerda.

"A los 12 años hice clic ante una situación que marcó mi vida: tenía un perrito que se llamaba Malik y aparentemente lo envenenaron… Se murió en mis brazos… En ese momento me dije: '¡Yo le voy a dedicar mi vida a ellos!'. Fue una especie de promesa que iba a durar toda la vida, porque ya tengo casi 62 años", revela.

El relato de Alicia es acompañado por el recuerdo de ese perro que quedó en su corazón y que marcó su camino. "De hecho estudié veterinaria y me recibí, pero siempre con la idea de tener un refugio. Así que los primeros años me resultaron difíciles porque no encontraba la vuelta. Si bien tenía animales rescatados en mi casa, no sabía cómo hacerle bien a más animales", confesó.

Por su parte, Rodolfo Dallazuana desde hace tres décadas ejerce con pasión su profesión y una vocación que nació con él, según admite. Es tan sorprendente el trabajo que realiza que los proteccionistas de su ciudad decidieron proponerlo para que fuera declarado Ciudadano Ilustre, gesto que ante tanta humildad hasta lo avergonzó.

"Mi vocación de ser veterinario viene desde muy niño, siempre me gustaron los animales, se ve que eso lo tenía bien marcado porque nunca cambió mi deseo de cuidar animales por estudiar veterinaria. Cuando era chico cuidaba palomas, tanto así que me habían bautizado 'el loco de las palomas' porque pasaba todo el día con ellas. Después terminé la secundaria muy chico, a los 16 años ingresé a la facultad y me dediqué de lleno a los animales".

Problemas que afectaron su salud hicieron que la carrera de veterinaria tuviera algunas interrupciones, pero con esfuerzo y dedicación se recibió en La Esperanza, provincia de Santa Fe. "Ahí tienen un hospital escuela y se realizan muchas practicas en las que se ayuda mucho a los animales. Creo que allí surgió mi deseo de proteger a los animales de la calle y también el de agradecer a la comunidad por mi educación pública, porque me he formado en los tres niveles en la educación pública gratuita".

Noticias Ambientales.-

callejeros veterinarios

Artículos Relacionados

Teclas de acceso