Red Puentes es un Centro de Día que aborda los consumos problemáticos de forma comunitaria. Alejandra Suárez, integrante de esta institución, explicó a AIM que “en Paraná funciona desde 2017 con un equipo interdisciplinario conformado por psicólogos/as, una trabajadora social, talleristas y facilitadores”. Además, habló sobre la forma de trabajo en esta institución, construida a partir de una lectura política de la realidad socioeconómica de quienes asisten y con perspectiva de género.
Red Puentes es un dispositivo y una herramienta construida por el Movimiento Popular La Dignidad (Mpld), que inició en 2012 en Buenos Aires. Esta institución forma partes de las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario (Caacs) de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), y también del Consejo para el Abordaje Integral de las Políticas Públicas de Adicciones del mismo organismo.
En Paraná, Red Puentes funciona desde octubre del 2017. Asisten aproximadamente 20 jóvenes, de hasta 35 años, y cuenta con un espacio de prevención para niños. Sus puertas están abiertas de lunes a viernes, de 9 a 17 horas, donde se realizan talleres de diversas disciplinas como rap, cumbia, serigrafía, cerámica, educación física y dibujo. También se brindan tres comidas diarias y viandas.
Abordaje comunitario, político y de género
Según explicó Suárez, facilitadora de convivencia, en Red Puentes “no solo se trabaja a partir del paradigma de reducción de riesgos y daños con una mirada comunitaria”, sino que además "se contempla una lectura política del contexto social”. Esto, porque “una vez que comienza el proceso y cesa el consumo, aparecen las inquietudes respecto al futuro, donde los jóvenes comienzan a manifestar interés por transformar su situación, no solo frente al consumo sino también ante la desigualdad de oportunidades, las situaciones de injusticia, la violencia policial o la falta de trabajo”.
Así, y “a diferencia de otros centros", quienes asisten a Red Puentes "asumen un rol activo frente a su proceso”. “Son estos jóvenes los protagonistas de sus vidas, y debe brindárseles herramientas para que reconstruyan sus vínculos y lazos que el consumo fue destruyendo”, contó Suárez. Para hacer más eficaz esta labor y profundizar el acompañamiento, detalló que además se generan lazos con otras instituciones: “Es importante abarcar todos los aspectos de la vida, desde lo educacional o laboral hasta los acompañamientos judiciales o de reconstruir lazos familiares”.[{adj:11561 alignright}]También habló sobre el concepto de generar estrategias de abordaje a nivel grupal: “Cuando se entiende que el problema de la otra persona también es propio, se comprende que la desigualdad que se atraviesa es estructural. Y, si bien cada proceso es diferente, se motiva a generar una identidad colectiva, ya no como ‘drogadictos’, ‘pibes chorros’ u otros términos estigmatizantes creados por la sociedad, sino como sujetos de derechos capaces de conquistar la vida que quieren.”
Finalmente, Red Puentes realiza sus abordajes y tareas diarias desde una perspectiva de género. En este sentido, Suárez explicó que “son las mujeres pobres y en situación de consumo quienes se encuentran triplemente oprimidas y, como no existen estrategias políticas que contemplen esta desigualdad, los espacios convivenciales son un desafío para deconstruir los roles estereotipados de género”. Por eso, “en las asambleas diarias, donde se toman las decisiones del hogar y se debaten diferentes temas, se trabaja sobre conceptos como micromachismos y violencia de género”.
Situación local
Según contó Suárez, en Paraná “las políticas públicas relacionadas al consumo no son integrales”. Asimismo, “las personas en situación de calle no cuentan con una protección adecuada, dado que los refugios que se abrieron en la ciudad no se sostuvieron en el tiempo”.
“Entonces, es muy difícil reducir el consumo cuando los chicos en las calles se encuentran todo el tiempo ante situaciones conflictivas”, detalló Suárez.
Por eso, desde Red Puentes están convencidos de que “son las organizaciones sociales quienes deben abordar los consumos". Y, por el contrario, "los paradigmas hegemónicos del tratamiento y la prevención son poco eficaces y aplican un plan de exterminio sobre las juventudes de los sectores populares”.