La marcha que protagonizaron las mujeres en todo el país este lunes, tuvo como una de sus consignas claves el Desendeudadas nos queremos. Marisol Esponda, integrante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), y militante del Movimiento Popular La Dignidad en Paraná (Mpld), contó a AIM cómo el ajuste económico “precariza doblemente a las mujeres que sostienen el hogar y los merenderos comunitarios”.
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Miles de mujeres se congregaron este lunes en Paraná para marchar por Ni Una Menos. Acorde al clima de época, la consigna que más resonó fue el pedido por aborto legal, seguro y gratuito. No obstante, como movimiento que se levanta contra la opresión patriarcal, otro reclamo primordial fue la consigna Desendeudadas nos queremos.
Según Esponda, entre las vecinas que se reúnen en las asambleas de Ctep “se charló previo a la marcha sobre cómo el Ni Una Menos también es levantarse contra la doble precarización que implica el estar sosteniendo la casa y los merenderos”.
"El contexto de hambre y deudas vuelve imposible el sostener muchas familias y, cuando esto sucede, son las mujeres quienes organizan merenderos y ollas populares para que sus pibes sigan comiendo”, explicó, y llamó la atención sobre cómo “la casa, el merendero y el barrio están siendo sostenidos por el trabajo de las mujeres enmarcadas dentro de la economía popular”.
Asimismo, Esponda manifestó que “es gracias al feminismo que se están haciendo visibles estas cuestiones, por lo que ya no es tan fácil para el capitalismo o el machista oprimir y doblegar a las mujeres”.
“La lucha por la legalización del aborto seguro y gratuito, o la campaña Decido Yo, mostraron a muchas vecinas de la economía popular que la organización, la lucha y el empoderamiento sirven”, contó la referente de Ctep.
Barrios hambreados y militarizados
En Paraná, la Ctep se organiza en los barrios La Misión, Los Berros, Gaucho Pobre y Cortada 832. Para las vecinas de estos lugares, la Marcha Federal y la movilización del Ni Una Menos “fueron de la mano”. Esto, porque “el ajuste y los tarifazos afectaron directamente a muchas mujeres que perdieron su salario social, y entonces muchos hogares vieron caer el único ingreso económico que tenían". Asimismo, denunció como un agravante el hecho de que en estas zonas "se observa cómo la policía reprime y militariza cada vez más los barrios”.
Por ello, la militante social consideró que “para los sectores populares es fundamental la organización y lucha por el cuidado de sus territorios que están realizando las mujeres”.